El domingo durante la semifinal del Clásico Mundial de Béisbol, cuatro personas, entre ellas el activista y grafitero Danilo Maldonado, «El Sexto», fueron detenidas por lanzarse al campo de juego con pancartas contra la «dictadura» cubana. La Policía de Miami-Dade confirmó la detención de los manifestantes por ingresar en propiedad privada. Uno de los detenidos fue identificado como Danilo Maldonado, «El Sexto», mientras que el otro fue identificado como el periodista y activista Carlos Álvarez. Se fijó una fianza de mil dólares a cada uno.
La semifinal del Clásico Mundial de Béisbol entre Cuba y EE.UU. se saldó con una derrota aplastante de los cubanos por 2-14. El partido fue precedido por manifestaciones en los alrededores del estadio LoanDeport Park, la «casa» de los Marlins, el equipo miamense que juega en las Grandes Ligas. El exilio cubano en Miami aprovechó el partido para pedir la libertad de los presos políticos y elecciones libres en Cuba.
Dentro del estadio, que se llenó por completo, muchos espectadores llevaban puestas camisetas con la leyenda «Patria y vida», el título de la canción que fue el himno de las protestas pacíficas que estallaron el 11 de julio.
El exilio cubano en Miami asistió al partido de béisbol para pedir la libertad de los presos políticos y elecciones libres en Cuba. El estadio, con capacidad para más de 36,000 personas, se llenó por completo y muchos espectadores llevaban puestas camisetas con la leyenda «Patria y vida», el título de la canción que fue el himno de las protestas pacíficas que estallaron en Cuba el 11 de julio de 2021.
El líder del Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez, subrayó que la protesta no era contra los deportistas que juegan el Mundial, sino contra una dictadura que ha oprimido y torturado a los cubanos durante 64 años. Sánchez señaló que la diplomacia del béisbol no le funcionó a Barack Obama y que tampoco le funcionará al actual presidente de EE. UU., Joseph Biden, porque no hay voluntad de cambio político por parte del régimen cubano.
Según Sánchez, no puede haber relaciones «normales» entre los dos países mientras existan 1.200 presos políticos, incluidos menores de edad, y no se resuelva hacer elecciones libres en Cuba. Rosa María Payá, del movimiento Cuba Decide, que también participó en la protesta, dijo que el acto frente al estadio no era contra la selección de béisbol de Cuba, sino «por la libertad de Cuba». No obstante, Payá afirmó que hay integrantes de esa selección que son «cómplices de la dictadura por coacción o conveniencia y eso va a pesar sobre sus conciencias».
La selección cubana de béisbol no pareció preocupada por las protestas y el seleccionador cubano, Armando Johnson, dijo que «aquí nosotros venimos a jugar béisbol. No nos preocupan los que vengan a provocar a los jugadores». A pesar de ello, la protesta fue un recordatorio para el mundo de que la lucha por la libertad y la democracia en Cuba sigue vigente.
La protesta del exilio cubano en Miami durante el partido de béisbol fue una demostración de fuerza y solidaridad hacia el pueblo cubano y su lucha por la libertad y la democracia. La presencia de miles de personas en el estadio, vestidas con camisetas con la leyenda «Patria y vida», mostró que el exilio cubano no ha olvidado sus raíces y sigue luchando por la libertad de su pueblo.
Las declaraciones de Ramón Saúl Sánchez y Rosa María Payá dejaron claro que la protesta no era contra los deportistas que juegan el Mundial, sino contra el régimen cubano y su falta de voluntad para cambiar el sistema político en Cuba. La diplomacia del béisbol ha demostrado ser ineficaz para lograr un cambio real en Cuba y el exilio cubano ha decidido tomar medidas más directas para exigir la libertad y la democracia en su país.