«El juego es sagrado»: Se vuelve viral la reflexión de un cubano sobre el juego de pelota entre Cuba y Estados Unidos

Redacción

En las últimas horas, el cubano Javier Bobadilla ha compartido en sus redes sociales una reflexión sobre el juego de pelota entre Cuba y Estados Unidos. Para Bobadilla, el «juego es sagrado» y ofrece algunas ideas para visibilizar lo que ocurre en la isla sin atacar a los peloteros.

Bobadilla sugiere que el boicot al juego de pelota es posiblemente la jugada más inútil que se puede hacer en este partido. En lugar de eso, propone llevar un cartel durante el juego. También sugiere comprar el palco detrás de home, donde nadie te moleste y puedas estar tranquilo con tu cartel de «Viva Cuba Libre», «Patria y Vida» o «DC No Home».

Bobadilla advierte que no se puede intervenir el juego de pelota, ya que el terreno es sagrado y el juego es sagrado. Además, el que te sacará del terreno no será un agente de la Seguridad del Estado, sino el security americano, porque este también es su clásico y su semifinal, y no quiere que se la eches a perder.

Para Bobadilla, repudiar al equipo Cuba «es de muy mal gusto», ya que estaríamos repudiando a los cubanos que están tratando de criar un hijo pelotero y que están haciendo grandes esfuerzos para comprarles un guante o un bate. También estaríamos repudiando a aquellos padres que se están uniendo para chapear el terreno donde sus hijos entrenan y están resolviendo un transporte para llevar a todos los hijos a jugar contra otro equipo. Según Bobadilla, «el Gobierno no da nada, y el entrenador no gana dinero para comer».

Hace 20 o 30 años ver un juego de pelota en el Latinoamericano -el segundo estadio más grande del mundo en capacidad-,…

Posted by Javier Bobadilla on Sunday, March 19, 2023

Bobadilla concluye que «el juego es sagrado» y que es un hermoso día para hacer política. En lugar de fajarnos por si es o no una dictadura, deberíamos disfrutar de la belleza del juego de pelota y de la dedicación de los peloteros. Según él, la pelota es nuestra porque la hacemos funcionar nosotros. Los directores, comisionados, ministros y presidentes solo han hecho es prohibir, estigmatizar, politizar, segregar y sembrar el odio.

En resumen, el juego de pelota entre Cuba y Estados Unidos es más que un simple partido. Es un evento que representa la pasión y dedicación de los peloteros cubanos, así como el esfuerzo de aquellos que están tratando de criar hijos peloteros en un entorno difícil. Además, representa una oportunidad para hacer política sin repudiar a los peloteros. Como dice Bobadilla, «el juego es sagrado».