La valentía del joven médico cubano que salvó la vida de un adolescente al operarlo en un policlínico

Redacción

En una reciente noticia publicada en el diario ¡Ahora!, se destacó la valentía y agudeza del joven médico cubano Julio Martínez, quien recién graduado de especialista, decidió arriesgar su vida y reputación para salvar la vida de un adolescente que llegó a un policlínico de Holguín politraumatizado y con lesiones en el hígado.

El paciente, un adolescente de 17 años, había sido llevado de urgencia al Cuerpo de Guardia del policlínico con servicios de hospitalización Mario Muñoz Monroy de ese territorio. Al recibirlo, el cirujano Julio Martínez reconoció que si no lo intervenía al momento la vida del adolescente corría peligro.

Foto: ¡Ahora!

El joven médico tomó la decisión de operar allí mismo, en el policlínico y bajo su responsabilidad, a pesar de que se trataba de un paciente en edad pediátrica que requería una atención médica especial por su edad.

La DrC Yanet Hidalgo Marrero, jefa de Servicio de Cirugía-Urología Pediátrica en el hospital infantil provincial, detalló más tarde que «el doctor realizó una intervención de control de daño, que literalmente le salvó la vida, porque al abrir encontró una lesión de colon y varias de hígado sangrante, que ocasionó un hemoperitoneo de 2 mil ml y shock hipovolémico».

A pesar de los riesgos que implicaba la cirugía, Julio Martínez no dudó en seguir adelante y realizar todo lo necesario para estabilizar al paciente. Después de ese acto heroico, el adolescente fue transportado a través de una ambulancia Sistema Integrado de Urgencias Médica (Sium) hacia el Pediátrico, donde fue reintervenido por la doctora Yanet Hidalgo y su equipo, quienes pudieron tratar la lesión y suturar el hígado sin dificultades.

Foto: ¡Ahora!

Si bien la intervención en el policlínico fue arriesgada y solo se pudo realizar un control de daño, permitió estabilizar al paciente y llevarlo a un hospital especializado pediátrico con equipo de tomografía axial computarizada (TAC) y otros recursos diagnósticos. Las especialistas coincidieron en que, si el médico no hubiera actuado de manera rápida, el niño no hubiera llegado a sus manos.

La nueva operación fue tan riesgosa que participaron todos los cirujanos pediatras, Héctor González Diéguez, Goar González, Adrian Ramírez y el anestesiólogo Alexander de la Rosa. Afortunadamente, el niño salió bien y está estabilizado en terapia intensiva. Aunque el riesgo aún existe, se solucionó la lesión y se espera que siga mejorando.