El emblemático Havana Yacht Club, considerado el primero de los grandes clubes privado que existieron en La Habana, ha sido vendido a los rusos, según nos confirmó uno de los trabajadores que desde hace unos días custodian el lugar, que ya ha sido cerrado con grandes planchas de metal para impedir el acceso a su playa, que era habitualmente utilizado por los vecinos de esta zona para divertirse y pasar el rato.
«Aquí ya no están dejando pasar a nadie, empezaron a limpiar todas las ruinas del edificio, y están descargando materiales casi todos los días. Llenaron de vallas grandes todo el alrededor del club, solamente en eso se deben haber gastado miles de dólares», nos comentó de forma anónima uno de los custodios que resguardar el lugar.
«Esto lo compraron los rusos, estamos vendiendo el país por pedazos a espaldas de los cubanos. No tengo idea cuánto pagaron, pero nos dijeron que harán un resort de lujo y que los que queramos quedarnos una vez terminado, podremos conseguir trabajo como parte del cuerpo de seguridad», agregó el hombre.
Este club deportivo es uno de los más antiguos de La Habana y uno de los más importantes de la ciudad durante varias décadas. Aunque tal vez ya no sea el más relevante, es innegable que su reputación y siglas HYC lo hacen destacar como uno de los grandes clubes privados de la ciudad.
El Havana Yacht Club fue fundado el 27 de octubre de 1886 por un grupo de jóvenes norteamericanos apasionados por los deportes acuáticos y que frecuentaban la joven Playa de Marianao. Decidieron unirse para crear un club deportivo, aprovechando la ubicación privilegiada de la zona. Así, construyeron una casona de madera a doble altura con los arcos y el diseño característicos de los clubes de Cayo Hueso. La institución estuvo inicialmente dividida en dos categorías: el «Comité de la Casa» y el «Comité de las Regatas».
Las obras para la construcción del edificio comenzaron el 29 de mayo de 1922, y fue inaugurado oficialmente el 17 de enero de 1925. La casa constructora fue la de Purdy y Henderson Company, bajo la inspección del arquitecto Rafael C. Goyeneche. El club se equipó con muebles, vajillas, platerías y lámparas de las mejores casas de Europa y Estados Unidos, para convertirse en una joya arquitectónica a pie de playa sin parangón en el país.
En el momento de su inauguración, el club contaba con poco más de 1300 miembros, uno de los cuales todavía era miembro fundador. Además, el arquitecto encargado de su diseño, Rafael Goyeneche, también fue responsable del diseño del Casino Nacional de Marianao. El club de regatas competía contra otros clubes como «Los Lobos de Mar.
El club también ha sido el hogar de muchos deportistas de renombre. En la década de 1930, la escuadra de vela del Havana Yacht Club compitió en varias regatas nacionales e internacionales, y ganó varios títulos. Uno de sus miembros más famosos fue el regatista cubano Raúl Menéndez, quien ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948.
Otro evento importante que tuvo lugar en el Havana Yacht Club fue la boda del ex presidente cubano Fulgencio Batista con su tercera esposa, Marta Fernández Miranda. La ceremonia tuvo lugar en el salón de baile del club en 1945.
Después de la Revolución Cubana de 1959, el Havana Yacht Club sufrió un declive. Los miembros de la clase alta, que eran su principal fuente de apoyo, abandonaron el país.
