¿Te acuerdas de la Casa del Chocolate en La Habana Vieja? Para millones de cubanos, este lugar evoca recuerdos felices de la infancia y la juventud. Apenas se abre la puerta, el exquisito aroma a chocolate inundaba la cuadra y se podía disfrutar de una amplia variedad de chocolates en diferentes formas y sabores. Sin embargo, con el paso del tiempo, el establecimiento ha cambiado mucho.
Ahora, el menú se ha reducido a vasos de chocolate frío con cocoa y un surtido de pastelitos. El olor al entrar no es el mismo y la calidad del chocolate frío ha disminuido. Muchos se preguntan si el cambio se debe a que el lugar ahora vende en pesos cubanos en lugar de en la moneda dura (CUC). Lo cierto es que ya no es el mismo lugar que solía ser, donde parejas, familias y jóvenes disfrutaban de las golosinas, el ambiente único y acogedor y la variedad de delicias de chocolate.
A pesar de todo, la Casa del Chocolate sigue siendo un lugar de interés para los visitantes, ya que además de ser una tienda de chocolate, es también un museo. La historia del chocolate está bellamente representada en vitrinas y paredes, así como en carteles de diferentes épocas de reconocidas firmas de chocolate, nacionales y foráneas. Además, la colección de tazas chocolateras incluye donaciones europeas y frutos de excavaciones en la propia urbe habanera.
En estos días, el casco histórico es un poco más tranquilo y hay menos turistas que de costumbre debido a la pandemia de Covid-19. Por lo tanto, la Casa del Chocolate sigue siendo una opción para pasar el rato y enfrentar el calor con el chocolate frío, que es la única bebida líquida disponible en el lugar.
Aunque la oferta de la Casa del Chocolate ha disminuido con el tiempo, sigue siendo un lugar icónico para muchos habaneros y cubanos en general. En un momento en el que la economía del país es difícil, el hecho de que la tienda siga abierta y activa es un recordatorio de la importancia cultural del chocolate en la historia de Cuba.
Esperamos que, en el futuro, la Casa del Chocolate pueda recuperar la variedad de su menú y el ambiente acogedor que una vez la convirtió en un lugar preferido por tantos. Mientras tanto, es importante valorar y preservar su papel en la historia del chocolate en Cuba y disfrutar de lo que sigue ofreciendo. Si tienes la oportunidad de visitar La Habana Vieja, no dejes de pasar por la Casa del Chocolate y hacer tus propios recuerdos de este lugar tan especial