Sin ningún reparo, la nueva dirección del emblemático Hotel Nacional de Cuba, en La Habana, ha decidido borrar a golpe de pico y pala la histórica piscina que se encontraba en la parte norte de la instalación, y que se consideraba Patrimonio y reliquia del lugar, por la cantidad de personalidades y la importancia que tuvo antes de realizarse la construcción de la nueva piscina en el año 1953.
Aunque esta piscina no tenía utilización práctica, en todas las remodelaciones del Hotel Nacional se había mantenido, incluso en la ultima gran obra realizada entre los años 1989 a 1992, momento en que se decidió dejarla solo como una de las atracciones históricas del lugar y parte de los jardines, pues en ella se bañaron personalidades, antes de ejecutarse la nueva en 1953.
Considerada en su momento la más profunda de Cuba, con 12 metros, se ganó el sobrenombre de Tarzán, pues en la década de los 30´s, como parte de una millonaria promoción, en ella el actor Johnny Weissmüller, quien dio vida al personaje en el cine, hizo una exhibición de nado y comenzó saltando del balcón del 2do piso.
En el año 1989 se decide subirle el nivel para evitar accidentes, ya que dejaría de tener uso práctico.
La destrucción de esta piscina roba un pedazo de historia y del arte que atesoraba el Hotel Nacional pues en su interior se encontraba una inmensa estatua en bronce con la figura de Tritón.
Según pudimos comprobar, tras conocerse de tal violación en los trabajos que se realizan en la piscina norte se paralizó la obra y se notificó al Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (INOTU) para que aplique el procedimiento hoy vigente.
Tras 14 meses de construcción, fue inaugurado el Hotel Nacional de Cuba, el 30 de diciembre de 1930 y cada una de sus torres representan fichas de ajedrez como tributo a uno de sus más ilustres visitantes, el campeón mundial cubano José Raúl Capablanca (1888-1942).
