Lis Cuesta, la esposa del dictador cubano Miguel Díaz-Canel, habría sido la responsable de la salida del popular programa «Con Dos que se Quieran» de la televisión cubana. Según el medio independiente Cubanos por el Mundo (CPEM), Cuesta habría borrado al presentador del programa, Luis Silva Pérez, de las pantallas, a pesar de que su propuesta era una de las más populares entre la audiencia.
Al parecer, la razón de la decisión de Cuesta fue que Pérez criticó y se rió de ella a sus espaldas junto a Delia Soto del Valle, exmujer de Fidel Castro. En una sesión de peluquería, compartieron sus opiniones sobre Cuesta, a quien apodaron «La Tendera». También compartieron anécdotas sobre los años de trabajo de Cuesta en el Pedagógico de Holguín, donde mantuvo un romance sonado con el Decano de esa institución docente, un hombre casado al igual que lo era Díaz-Canel en los inicios de su relación.
El sobrenombre de «La Tendera» se le atribuye a Cuesta por su primer trabajo en un kiosco de venta en divisas, donde supuestamente acostumbraba a «tumbarle» centavos a los viejitos que iban a comprar allí. Amaury Pérez, quien compartía imágenes con Díaz-Canel en Twitter unos meses antes, comenzó a regar la bola del apodo de Lis y su origen hasta que llegó a los oídos de «La Machi».
Según una fuente de CPEM, Amaury Pérez también quiso un aumento de sueldo y un incremento del presupuesto para su programa, «Con Dos que se Quieran», cuando se enteró de que el programa Chef Farándula tenía un presupuesto asignado de dos millones y medio de pesos por capítulo. Sin embargo, «La Machi Tendera» le dijo a Pérez que no había más dinero para su programa y que saldría del aire, al igual que él.
«La Machi» tiene el control de todos los programas de televisión y eventos que tienen que ver con cultura, música, fiesta e invitados extranjeros en Cuba. Esta situación ha causado indignación en muchos ciudadanos cubanos, quienes han expresado su descontento en redes sociales y otros medios.
Es importante destacar que la censura y la represión son temas recurrentes en la sociedad cubana, y esta situación con «Con Dos que se Quieran» no es la excepción. La libertad de expresión y de prensa están limitadas en Cuba, lo que dificulta el acceso a información veraz y completa para la población.
