La historia de Camila Ladicani es una verdadera inspiración para todos aquellos que buscan emprender en un país extranjero. Camila, quien era bailarina clásica en Cuba, decidió aventurarse en el mundo del emprendimiento y abrir su propio negocio de artesanías en Filadelfia. A pesar de no tener experiencia empresarial, logró sacar provecho del tiempo disponible durante la pandemia y descubrir su pasión por las manualidades.
Según contó Camila en una entrevista con Univisión, «fueron meses de tener tiempo para pensar y pensar en qué era lo que podía hacer para trabajar y lograr sostenerme económicamente». Decidió trabajar con piel, ya que este material le permitía expresar su creatividad y alegría a través de sus accesorios.
Aprendió a través de tutoriales en YouTube y fue comprando herramientas y materiales poco a poco, equivocándose en ocasiones pero siempre avanzando con seguridad. Actualmente, su negocio LADICANI Design cuenta con una gran cantidad de ventas, principalmente a través de Instagram, y su propia madre se ha sumado a la iniciativa para ayudarla con las elaboraciones.
Camila recomienda que, al iniciar un negocio, se debe hacerlo con lo que se tiene y sin miedo, aunque también es importante ahorrar para poder invertir en el emprendimiento. Actualmente, tiene planes de expandir sus productos en boutiques de Estados Unidos y está emocionada de ver a dónde la llevará su negocio.
La historia de Camila no es única en el contexto de la migración cubana a Estados Unidos. La pandemia ha agudizado la crisis económica en la isla, lo que ha llevado a muchos jóvenes a buscar nuevas oportunidades fuera del país. A pesar de que el discurso gubernamental atribuye esta migración a motivos puramente económicos, la realidad es que también hay un trasfondo político en el fenómeno.
