Cada vez son más los negocios privados y estatales en Cuba que se ven obligados a importar máquinas contadoras de dinero debido a la inflación de los precios en el país. Aunque el cambio estatal del dólar ronda los 110 pesos cubanos por un billete verde, en el llamado “mercado informal” el cambio puede llegar a los 180 pesos. Esto ha generado la necesidad de llevar “una bolsa o jabita” para transportar grandes sumas de dinero.
Incluso cuando se come en un restaurante privado, es común tener que llevar una mochila debido a los altos precios. Una comida ligera para cinco o seis personas, junto con bebidas, puede costar entre siete mil y 10 mil pesos cubanos. Además, las numeraciones de los billetes que circulan en la isla son muy bajas, lo que significa que 200 euros pueden convertirse en una montaña de billetes de 10 pesos.
Es por esto que el uso de máquinas contadoras de dinero se ha vuelto una realidad en la vida diaria de empresas y negocios en Cuba. Según un reportaje del medio alternativo 14 y medio, los dueños de negocios suelen adquirir estas máquinas a un precio entre 260 y 300 dólares. Sin embargo, debido a la situación económica, muchos de ellos terminan reduciendo el precio de compra hasta los 200 dólares.
En sitios de compra y venta como Revolico, es posible encontrar anuncios que ofrecen máquinas contadoras de dinero con características como rayos ultravioletas y detectores de dinero falso. Incluso, algunos trabajadores privados han llegado a ofrecer hasta 200 dólares por cada una de estas máquinas.
Esta situación económica ha generado un gran impacto en el día a día de la población cubana. Muchos se ven obligados a realizar compras en pequeñas cantidades para poder transportar el dinero, lo que puede resultar tedioso y poco práctico. Además, la necesidad de contar grandes sumas de dinero a mano puede llevar a errores y pérdidas.
La utilización de máquinas contadoras de dinero no solo facilita el proceso de contar grandes cantidades de billetes, sino que también disminuye el margen de error y reduce el tiempo de conteo. Esto permite a los negocios y empresas ser más eficientes y productivos en sus operaciones.
Sin embargo, el uso de estas máquinas no resuelve completamente el problema económico que enfrenta Cuba. Es necesario seguir trabajando en políticas que permitan una mayor estabilidad y desarrollo económico para el país. Solo así se podrá mejorar la calidad de vida de los cubanos y reducir su dependencia del mercado negro.