La televisión cubana ha retirado el programa Chefarándula, conducido por el chef español Miguel Ángel Jiménez, de su horario estelar. Anteriormente, el programa se transmitía los viernes a las 8:45 pm, pero ahora se emitirá los lunes a las 3:30 pm. Jiménez compartió la noticia en su muro de Facebook y aseguró que el programa también estará disponible en plataformas digitales. Esta decisión se produjo después de un programa en el que el chef enseñó a niños del grupo teatral La Colmenita a preparar rosquillas decoradas con chocolate. Esta emisión desató multitud de críticas por parte de los padres cubanos que rechazaron incluir a menores en un espacio televisivo donde se enseña a cocinar, cuando la mayoría de las familias no tiene acceso a esos alimentos.
La falta de tacto del chef y los realizadores del programa no pasó desapercibida entre los espectadores cubanos, especialmente entre los padres que se sintieron indignados por la inclusión de niños en un programa de televisión que promueve la cocina de alimentos escasos en el país. Algunos padres señalaron que la mayoría de los niños cubanos no pueden acceder a dulces y otros alimentos que se muestran en el programa. La falta de empatía, sensibilidad y amor por los demás se convirtió en el principal punto de controversia para los espectadores.
Miguel Ángel Jiménez, también conocido como Chef Farándula, es un español radicado en Cuba hace más de 10 años y es famoso por protagonizar el programa de televisión Sabe a Chef. Además, ha trabajado en hoteles de las cadenas Meliá, Iberostar, Cubanacán y Gran Caribe. Según el cineasta Lester Hamlet, el chef es el cocinero personal de la esposa del gobernante Miguel Díaz-Canel, Lis Cuesta, y el responsable indirecto de su expulsión de la televisión cubana.
La situación con el programa Chefarándula ha generado mucha controversia en Cuba y ha sido ampliamente comentada en las redes sociales. Los padres cubanos han expresado su descontento con la falta de tacto y sensibilidad del chef y los realizadores del programa. La inclusión de niños en un programa de cocina que promueve alimentos escasos en el país ha sido considerada como un acto de insensibilidad hacia las necesidades reales de la población cubana