La delincuencia es un problema grave en Cuba, y la Iglesia católica no está exenta de esta realidad. Recientemente, el sacerdote Lester Rafael Zayas Díaz denunció el robo del diezmo en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en La Habana. El sacerdote informó que alguien forzó las alcancías y se llevó el dinero que los feligreses ofrecen para los gastos y las obras de la parroquia.
El sacerdote cubano declaró: “Lamentamos que estos hechos ocurran y pedimos a Dios por la paz y la tranquilidad de todos. También pedimos para que estos hechos, desgraciadamente frecuentes, no se repitan”. La comunidad católica de La Habana está consternada por el robo y pide justicia.
Los robos en Cuba han afectado a todos, incluyendo a la Iglesia. Varios cubanos expresaron su indignación en las redes sociales. Una persona comentó: “Qué encabronamiento tengo. Pero si iban a robar, ¿por qué no se llevaron todo el dinero? No son ladrones. Son rateros. Y quienes los mandaron también”. Otro cubano recordó un robo similar que ocurrió hace muchos años y comentó: “Hubo que reforzar dicha rejas que tenía mucho espacio por arriba, subieron por el techo de la casita”.
El robo en la iglesia del Vedado ha generado preocupación en la comunidad católica de La Habana. Los feligreses están consternados por la falta de respeto hacia su fe y su religión. Además, la comunidad católica de La Habana se ha solidarizado con el sacerdote y han pedido que se haga justicia.
La delincuencia es un problema grave en Cuba que afecta a todos, incluyendo a la Iglesia. Es importante que las autoridades cubanas tomen medidas para combatir la delincuencia y proteger a la comunidad católica y a toda la sociedad cubana. La Iglesia católica es una institución muy importante en Cuba, y los feligreses contribuyen al mantenimiento de las parroquias y al bienestar de la comunidad. Los robos en las iglesias son una afrenta a la fe y a la comunidad católica.
