A pesar de que en la actualidad Cuba se caracteriza por el atraso nacional respecto a las tecnologías de la información y las comunicaciones, no siempre fue así. Cuba fue una nación adelantada en el empleo de muchos de los grandes inventos de la humanidad.
Ferrocarril: un hito en la historia cubana
En noviembre de 1837, Cuba se convirtió en la primera nación de Iberoamérica, y la sexta del mundo, en tener ferrocarril. La primera línea cubana se extendía 27 Km desde La Habana hasta Bejucal, y en el viaje inaugural iban 70 pasajeros. Este hito fue crucial para la economía cubana, ya que permitió el transporte de mercancías a través de la isla.
Teléfono: el invento que revolucionó la comunicación
En 1849, los primeros ensayos telefónicos se realizaron en Cuba por el propio inventor del aparato, el italiano Antonio Meucci. A principios del siglo XX, La Habana fue la primera ciudad en tener una central telefónica automática con equipos de marcación directa. A pesar de que se suele atribuir la creación del teléfono al escocés Alexander Graham Bell, Meucci fue el verdadero inventor del teléfono.
Electricidad: la luz que iluminó a Cuba
En marzo de 1889, se instaló en La Habana uno de los primeros sistemas de alumbrado público eléctrico de Iberoamérica, con generación centralizada y redes de distribución. En los meses siguientes, el alumbrado eléctrico llegó a ciudades del interior como Cárdenas, Matanzas y Camagüey. Este invento permitió la modernización de la isla y mejoró la calidad de vida de los habitantes.
Automóvil: una innovación en la movilidad
A finales de 1898, circuló en La Habana el primer automóvil, propiedad de José Muñoz, representante cubano de la marca francesa Parisienne. Aunque algunas fuentes afirman que el primer auto de la región se vio en Medellín, Colombia, lo cierto es que Cuba fue uno de los primeros países en tener automóviles circulando por sus calles.
Aviación: un sueño hecho realidad
En mayo de 1913, los cubanos Agustín Parlá y Domingo Rosillo, hicieron ruta entre Key West, Florida, y La Habana, Cuba, realizando así los primeros vuelos internacionales en América Latina. Además, en 1933, el aeroplano Cuatro Vientos aterrizó en Camagüey, procedente de Sevilla, España, tras volar la mayor distancia recorrida por un avión sobre el océano hasta ese momento. Estos hitos fueron importantes en la historia de la aviación y demostraron la capacidad de los cubanos en esta área.
Cine y televisión: una ventana al mundo
En enero de 1897, el cinematógrafo llegó a La Habana, después de pasar por México y Brasil, en una gira de exhibición organizada por la casa Lumière, propietaria del invento. Hacia mediados del siglo XX, La Habana, Nueva York y París, eran las ciudades del mundo con mayor número de salas de cine.