El reciente asesinato de un campesino cubano en Sibanicú, una localidad de la provincia de Camagüey, ha dejado al país en shock. Según el medio independiente La Hora de Cuba, el campesino, conocido por el apodo de Baracoa, fue brutalmente asesinado a machetazos y su cuerpo fue encontrado dentro de un saco en el baño de su vivienda en el poblado La Norma.
El crimen fue descubierto por trabajadores que pasaban cerca de la casa de la víctima y notaron una gran cantidad de auras y moscas en la zona. La policía llegó al lugar y retiró el cadáver directamente al cementerio de Sibanicú para su autopsia y entierro.
Según el medio, el móvil del asesinato podría haber sido un robo, ya que el campesino vivía solo y trabajaba criando animales sembrando en una parcela de tierra. La provincia de Camagüey se encuentra viviendo una epidemia de homicidios, con al menos seis crímenes desde mediados de enero, incluyendo dos feminicidios, tres muertes por robos y el asesinato de este campesino.
La ola de homicidios en Camagüey se enmarca en una crisis de violencia y delincuencia que está afectando a todo Cuba. Aunque las autoridades cubanas han hecho algunos pronunciamientos sobre los hechos más mediáticos, no se ha esbozado un plan general ni medidas concretas para atajar la creciente violencia y sus diversas causas.
Esta crisis de violencia se está manifestando en varios puntos del país. La redacción de Cubita NOW hizo alusión a otro reporte de La Hora de Cuba que refería el presunto secuestro de un niño de cinco años en el municipio de Nuevitas, también en Camagüey. El secuestro fue reportado por medio de cuentas falsas al servicio del régimen, pero según testimonios de residentes del lugar, el menor estaba gritando mientras lo llevaban hacia la maleza, pero los vecinos intervinieron y evitaron el secuestro.
La inseguridad en la isla sigue siendo una preocupación creciente para los ciudadanos y las autoridades cubanas no parecen estar tomando medidas adecuadas para abordar la crisis. A pesar de los esfuerzos del gobierno cubano para minimizar la gravedad de la situación, la violencia y la delincuencia en el país siguen siendo una amenaza constante para la población.