Ismael Cala es un conferencista que ha logrado gran popularidad tras su carrera como conductor de un programa de entrevistas en CNN en español. Ahora, después de cinco años, regresa a Lima para dirigir el evento «Maestría de vida», en el que busca que las personas no pierdan contacto con el acontecer político y social que los rodea, pero sí trascenderlo.
En una entrevista con Infobae, el conferencista habla sobre la crisis política que afecta no solo al Perú, sino también a otros países como Nicaragua, Venezuela, Argentina, Ecuador, Estados Unidos y Cuba, su país de origen. Si bien no es partidario de ignorar dicha situación, considera que debemos limitar la atención que le otorgamos «para que nuestra vida productiva y salud mental no deje de avanzar».
Por mucho tiempo la idea de participar en política fue descartada de sus planes, pero Ismael se dijo: “Si tú que hablas de conciencia y valores a otros, le dices no a la oportunidad que se te da de servir a tu país, ¿Por qué tendrías que exigir integridad y honestidad al resto?”.
No se trata de una idea clara o definida, según el propio conferencista, pero “si la vida abre la posibilidad de que Ismael Cala pueda servir al país donde nací, ¿por qué no?”.
Ismael Cala cuestiona que muchas veces no se ha visto un despertar de conciencia colectiva para que un país se alce y reclame el gobierno que merece, pero lo cierto es que en 1959, Cuba vivió un escenario parecido y que cautivó a miles de jóvenes de la isla y la región. Al ser consultado si habría sido parte de ese grupo de personas, el escritor contestó que «quizás sí porque en ese año Fidel (Castro) no hablaba de socialismo, solo de que iba a acabar con la corrupción como muchos otros hoy en día».
Ismael Cala también habla sobre su carrera como periodista y cómo ha evolucionado la profesión en los últimos años. Señala que el periodista no es fiscal ni juez, sino que su papel es exponer hechos, hacer preguntas y dejar que la justicia haga su trabajo. Sin embargo, considera que el periodismo se ha prostituido debido a las agendas ocultas y la parcialización editorial que se ha vuelto cada vez más común en los medios de comunicación.
El conferencista cree que el periodismo debería perseguir la verdad, incluso cuando entrevista a personas con puntos de vista diferentes a los suyos. «Aunque mucha gente sabe que para mí el comunismo y el socialismo es pura mierda, aún así, si entrevisto a un socialista, quiero que esa persona sienta que no le estoy imponiendo mi verdad, sino saber por qué defiende ese proyecto», concluye
