Cuba ha sido golpeada por un incendio forestal que comenzó hace una semana en la región de Mayarí, en Holguín, al este del país. El fuego no ha sido controlado y ha dañado más de 1,300 hectáreas de bosques hasta el momento. Las autoridades y medios locales informaron que aviones dromedarios y unos 400 efectivos de las Fuerzas Armadas, junto a guardaparques, bomberos y campesinos del lugar, están trabajando en la extinción de los focos.
Según el periodista de Radio Mayarí, Emilio Rodríguez, unas 18 personas estaban «protegidas en centros hospitalarios», pero no se dieron más detalles al respecto. No se reportaron víctimas fatales. Aunque la zona es poco poblada, las comunidades de Vivero Dos, Pueblo Nuevo y La Mensura se vieron afectadas por la cercanía de los fuegos, que se vieron avivados por la temporada seca y los vientos.
La televisión mostró imágenes impactantes de llamas y humo mientras los efectivos trataban de hacer barreras cortafuegos. El área tiene categoría de medioambientalmente protegida debido a la diversidad de su fauna y flora.
Un informe de Guardabosques de Cuba de comienzos de mes indicó que en enero se reportaron más de 80 incendios forestales a nivel nacional, coincidiendo con el inicio de la temporada seca que se extiende hasta mayo. El 87 por ciento de esos fuegos fue extinguido antes de alcanzar las cinco hectáreas. Las provincias más afectadas fueron Pinar del Río y Artemisa, en el oeste, y Camagüey y Holguín, en el centro y este. El 90 por ciento se inició por acción humana, como quemas descontroladas, cazadores furtivos, fumadores irresponsables y vehículos que lanzaron alguna chispa, destacó el reporte. En 2022, Cuba sufrió alrededor de 280 incendios forestales.
Los incendios forestales son una amenaza significativa para la biodiversidad y el medio ambiente en todo el mundo. Además, las comunidades cercanas a las zonas afectadas también sufren, especialmente si dependen de la agricultura y los recursos naturales. En el caso de Cuba, el país es rico en flora y fauna únicas, por lo que la pérdida de bosques y hábitats podría tener consecuencias desastrosas para la biodiversidad del país.
Es necesario tomar medidas para prevenir los incendios forestales y, en caso de que ocurran, controlarlos de manera rápida y efectiva. La educación y la sensibilización del público son fundamentales para evitar acciones humanas que puedan provocar un incendio forestal, como quemas descontroladas, fumar en áreas boscosas y lanzar chispas desde vehículos. Además, se deben implementar prácticas adecuadas de gestión forestal y monitorear las áreas vulnerables con regularidad.