La primera dama de Cuba, Lis Cuesta, ha generado polémica en las redes sociales tras publicar un mensaje en Twitter en el que se declara comunista y celebra el #ManifiestoComunista.
En respuesta a una publicación de su esposo, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Cuesta escribió: «Sí, soy comunista y qué?! Que es una utopía, que aún se construye el socialismo, que no llegaré a verlo y qué?! Mejor pensar y luchar por TODOS que en términos egoístas y eso es el comunismo».
Esta declaración ha desatado una serie de reacciones en las redes sociales, especialmente por el tono utilizado por la primera dama, que ha sido objeto de críticas y burlas.
Cuesta ya había sido criticada anteriormente por su comportamiento en las redes sociales, lo que llevó a que en mayo del año pasado admitiera haber recibido «jalones de oreja» por parte de amigos y desconocidos.
En su defensa, Cuesta aseguró que sus publicaciones tienen como objetivo luchar por la unidad de Cuba y atacó a sus críticos acusándoles de «contribuir» a la desunión del país. Sin embargo, sus comentarios no han sido suficientes para calmar la polémica en las redes sociales.
Más allá de la controversia generada por las declaraciones de Lis Cuesta, es interesante analizar el contexto político en el que se producen. Cuba es uno de los pocos países del mundo que se define como socialista y mantiene un sistema político de partido único, con el Partido Comunista de Cuba como única fuerza política legal. En este sentido, la declaración comunista de la primera dama no debería ser sorprendente, pero sí es relevante el hecho de que genere polémica en las redes sociales.
En definitiva, las declaraciones de Lis Cuesta muestran la complejidad de las relaciones entre política y redes sociales, y cómo un mensaje puede generar reacciones muy distintas dependiendo del contexto en el que se produzca.
En cualquier caso, es importante recordar que las redes sociales son una herramienta fundamental para la comunicación política en la actualidad y que los mensajes que se publican en ellas pueden tener un impacto significativo en la opinión pública.
