La administración de Joe Biden ha presentado nuevas restricciones al acceso al asilo para todos los migrantes que se presenten en la frontera sur de EE. UU. Estas restricciones obligan a los migrantes a solicitar el asilo en los países por los que transitan o a pedir cita en línea. Esta nueva política es similar a la implementada durante el mandato del republicano Donald Trump y entrará en vigor cuando se levante el Título 42, una norma sanitaria activada en 2020 que permite la deportación exprés de todos los migrantes con el objetivo de proteger a EE. UU. de los contagios de coronavirus.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), los migrantes no serán aptos para el asilo a menos que cuenten con una autorización, hayan usado la aplicación CBP One para programar una hora y un lugar para presentarse en un puerto de entrada, o se les haya denegado el asilo en un país de tránsito. Las reglamentaciones ya se vienen aplicando para los nacionales de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Haití y Ucrania, pero ahora abarcarán a todos los migrantes como una forma de controlar el flujo migratorio en la frontera.
Los republicanos han acusado a Biden de tener una mano suave en la frontera, generando un caos que ha saturado las capacidades operativas de los oficiales fronterizos. En diciembre pasado, un promedio de 8.500 personas intentaron cruzar la línea divisoria de EE. UU. con México al día, la mayoría de ellos con la intención de pedir asilo.
Con la nueva política de cupos migratorios para la migración segura, legal y ordenada, se registra un descenso del 97% en el número de migrantes procedentes de cuatro países entre el 5 y el 31 de enero. Según el DHS, desde que el 6 de enero entró en vigor la nueva política de visas humanitarias (parole) para cubanos, nicaragüenses y haitianos, se han entregado más de 26.000 autorizos de viaje para ingresar a EE. UU. Además, un total de 33.800 solicitudes de venezolanos “han sido examinadas” y recibieron luz verde a finales de enero desde que el programa entró en vigor el pasado octubre para los nacionales de Venezuela.
El DHS argumenta que “como nación de leyes y nación de migrantes, esta regla propuesta garantiza el cumplimiento de las leyes migratorias” y “el acceso al asilo”. Sin embargo, enfrenta críticas por parte de organizaciones civiles que luchan por los derechos de los migrantes y hasta voces dentro del propio Partido Demócrata han calificado las decisiones de Biden como una “decepción».