Miami es una ciudad que representa mucho más que una urbe o un centro de producción y servicios. Desde 1959 se convirtió en un santuario para luchar contra la dictadura castrista o como punto de partida para iniciar una nueva vida. La ciudad del río ha sido transformada por los nuevos habitantes que aportaron ideas, conductas y hábitos que conformaron una sociedad diferente. La Calle 8 es un lugar con un gran simbolismo y muchas realidades, es un símbolo histórico con atributos de leyenda que el pueblo cubano ha cultivado con dedicación y esmero. Es un lugar de recuerdos y de esperanzas, donde se han forjado amistades, amores y sueños cumplidos.
Para muchos, la Calle 8 es un emblema de lo más conservador y extremista del pensar y quehacer político cubano. Pero para otros, su significado es casi metafísico, es una vía repleta de sentimientos, de amores a una tierra que no pueden abandonar las generaciones que ya se han marchado ni expatriar las que están llegando. Es un lugar donde las ilusiones y los desencantos se unen para dar forma a la esperanza.
La Calle 8 es una de las calles más emblemáticas de Miami. Caminar por ella es una experiencia única, en la que se pueden disfrutar de la cultura y la historia cubana. En ella se encuentran lugares como el Versalles, un lugar emblemático para el exilio cubano, o el Centro Vasco, que ha logrado mantener la esencia de la cultura vasca en Miami.
Además, en la Calle 8 se pueden encontrar otros lugares históricos, como la Universidad Internacional de Florida, que ha tenido un papel importante en la educación y la formación de los jóvenes cubanos exiliados. También está el teatro Tower y Ediciones Universal, que han sido parte fundamental en la promoción y difusión de la cultura cubana en Miami.
Pero la Calle 8 es mucho más que un simple conjunto de edificios y lugares históricos. Es un lugar lleno de sentimientos y emociones, un lugar donde se han forjado amistades, se han iniciado romances y se han vivido momentos inolvidables. Es un lugar donde las alegrías y los sueños cumplidos se mezclan con los desencantos y las despedidas eternas.
Por otro lado, la Calle 8 también es un lugar de lucha y resistencia. Es un lugar donde se han forjado planes de lucha, donde se han gestado ilusiones del poder nunca conquistado y donde se han enfrentado traiciones y amistades perdidas. Es un lugar donde se han llevado a cabo reuniones, marchas, concentraciones, lutos y carnavales, todo en un ambiente de solidaridad y compromiso con la causa cubana.
Es cierto que para algunos, la Calle 8 puede representar lo más conservador y extremista del pensamiento y el quehacer político cubano. Pero para otros, su significado es más profundo, casi metafísico. Es un lugar lleno de sentimientos, de amores y de esperanzas, donde la política y las opiniones sobre las personalidades que en un momento determinado han simbolizado tesis o actitudes pierden todo su valor y se concretan en el deseo de una patria libre.
