Anciana cubana pide ayuda en la calle y deja una desgarradora historia que se vuelve viral

Redacción

La historia de Carmelina Ruiz Gallardo es un ejemplo triste de cómo pueden terminar aquellos que lucharon por su país en la época de la Revolución Cubana. Esta mujer de avanzada edad se encuentra en una situación desesperada, luchando por sobrevivir en las calles de La Habana, mientras su sobrino, quien recibe dinero desde el exterior, la maltrata y la priva de las necesidades básicas.

La historia de Carmelina es aún más desoladora cuando se tiene en cuenta que es una exluchadora clandestina y del ejército rebelde en la época de Fidel Castro. Esta mujer dedicó su vida a luchar por la libertad de su país y ahora, en su vejez, se encuentra sola y abandonada en las calles.

Es lamentable que en un país que se jacta de tener uno de los mejores sistemas de salud del mundo, alguien como Carmelina no tenga acceso a la atención médica que necesita. Según su relato, ha sufrido dos infartos cerebrales y es hipertensa, pero no recibe la atención médica adecuada. La situación es aún más desesperada ya que su hijo, quien es epiléptico y débil mental, también depende de ella para sobrevivir.

Es indignante que la gente que pasa por su lado simplemente la ignore, dejándola en la calle sin hacer nada. Es cierto que no todos tienen la capacidad de ayudar, pero al menos se puede mostrar un poco de empatía y respeto hacia los más vulnerables.

Es alentador saber que todavía hay personas como el joven que encontró a Carmelina, quien decidió hacer algo al respecto y compartió su historia en las redes sociales para crear conciencia sobre la situación de esta mujer. Es importante que, como sociedad, nos demos cuenta de que no podemos permitir que nuestros mayores, especialmente aquellos que lucharon por nuestra libertad, terminen sus vidas de esta manera.

Es preocupante que incluso las autoridades, como los policías, se nieguen a ayudar a alguien en necesidad. Su excusa de que la silla de ruedas no cabía en el automóvil es vergonzosa, ya que deberían estar dispuestos a hacer todo lo posible para ayudar a alguien en una situación tan desesperada.