En un día como cualquier otro, un grupo de personas hacía cola frente a una tienda en La Habana. De repente, dos jóvenes se acercaron y comenzaron a entregar billetes de 500 pesos cubanos a cada persona en la cola. El crítico de arte Jorge Gómez de Mello, quien estaba allí en ese momento, describió la escena como «curiosa» y «surrealista».
En su relato en Facebook, menciona que la gente estaba asombrada y sin entender bien lo que estaba sucediendo, pero luego se llenó de alegría y agradecimiento.
La gente en la cola no podía creer lo que estaba sucediendo. Comprobaron los billetes con detalle, compararon los números de serie y se rieron nerviosamente en medio de un murmullo de sorpresa que fue creciendo.
Otros cubanos compartieron historias similares de regalos inesperados, lo que llevó a algunos a pensar en una promesa o una forma de dar gracias en algunas religiones.
En tiempos de incertidumbre y escasez, este acto de generosidad fue sin duda muy apreciado. Como dijo Gómez de Mello en su publicación, lo mejor del día fue que «le pagaron» por hacer cola y pudo «alcanzar» pollo ese día.
Esta acción también nos recuerda la importancia de ser solidarios y amables con los demás, incluso en momentos difíciles.
