El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, celebró el Día de los Enamorados con su esposa, Lis Cuesta, con un beso y una cita de José Martí. Sin embargo, las reacciones en las redes sociales fueron mixtas, y muchos criticaron la hipocresía del presidente y su esposa al mostrar su amor públicamente mientras se mantiene la opacidad en cuanto a la financiación de sus viajes y eventos oficiales.
«Amor es que dos espíritus se conozcan, se acaricien, se confundan, se ayuden a levantarse de la tierra, se eleven de ella en un solo y único ser…», escribió el mandatario.
La foto del matrimonio besándose fue compartida en redes sociales y se suma a los mensajes de afecto que ambos se transmiten en línea. Sin embargo, las reacciones a esta muestra pública de amor no fueron todas positivas.
Mientras que algunos comentaristas elogiaron el gesto como una muestra de amor genuino, otros lo interpretaron como un gesto político diseñado para mejorar la imagen del presidente y su esposa. Muchos criticaron la hipocresía del presidente y su esposa al mostrar su amor públicamente mientras se mantiene la opacidad en cuanto a la financiación de sus viajes y eventos oficiales.
Los críticos argumentan que la pareja está tratando de mejorar su imagen pública y parecer cercanos al pueblo, a pesar de la falta de transparencia en cuanto a la financiación de sus actividades oficiales. Díaz-Canel ha llevado a su esposa a sus giras internacionales y participa en eventos oficiales, lo que ha generado preguntas sobre la financiación de esos gastos.
En resumen, el gesto público de amor entre el presidente cubano y su esposa puede ser interpretado de varias maneras. Mientras que algunos ven esto como una muestra de amor genuino, otros argumentan que es un gesto político diseñado para mejorar la imagen del presidente y su esposa. Independientemente de la motivación detrás del gesto, sigue habiendo preguntas sobre la financiación de las actividades oficiales de la pareja y la falta de transparencia en torno a este tema.
