El restaurante El Conejito, situado en la intersección de las calles M y 17 en el Vedado, es uno de los establecimientos gastronómicos más emblemáticos de La Habana. Inaugurado en 1966, con la iniciativa de Celia Sánchez Manduley, formó parte de una estrategia gubernamental para fomentar el consumo de alimentos más saludables. Anteriormente en la misma parcela existía una pollería conocida como El Liro, que fue demolida para dar paso a El Conejito.
Lo que hace único a El Conejito es su estilo arquitectónico que se aparta de la tradicional arquitectura de La Habana. El proyecto fue llevado a cabo por el arquitecto Gustavo Bolet, quien hizo una interpretación libre del estilo Tudor inglés. Así, el restaurante parece una taberna inglesa y honra la tradicional caza de conejo en las islas británicas.
El edificio antiguo conocido como «El Liro» tenía grandes puertas oxidadas que se cerraban con una vara de hierro. Era un lugar donde se vendían cajas de madera llenas de cartones de huevos y cajas iguales llenas de pollos vivos blancos, que eran el único producto que se vendía. La gente los compraba como algo natural y los mataba en su hogar como parte de su rutina diaria. El Liro tenía ventiladores de techo que acumulaban las plumas blancas de los pollos y el lugar olía mal. Finalmente, fue demolido y reemplazado por el moderno edificio «El Conejito».
El primer Jefe de Cocina y Chef Principal de El Conejito fue José María Vázquez, padre del arquitecto Pedro Vázquez. Con más de 30 años de experiencia, incluyendo trabajos en restaurantes de alta categoría como el Havana Yacht Club y El Carmelo del Vedado, Vázquez introdujo en el menú del restaurante la receta inglesa de charcutería de conejo. Con la ayuda de Celia Sánchez, lograron garantizar la calidad y flujo de la sangre de conejo fresca necesaria para la preparación de la morcilla.
A lo largo de los años, El Conejito ha sido objeto de varias remodelaciones y reparaciones, pero siempre se ha respetado su aspecto de taberna inglesa. Sin embargo, no ha logrado mantener su gloria de los primeros tiempos, debido a los problemas comunes en los establecimientos gastronómicos administrados por el Estado cubano. A pesar de ello, El Conejito sigue siendo un lugar popular para disfrutar de una comida típica de la tradición inglesa y cubana.