Benjamin Ziff, encargado de negocios en La Habana, ha compartido su percepción de la situación en Cuba después de siete meses como el representante más alto de Estados Unidos en la isla. Ziff describió a Cuba como «una isla agotada, con muchas necesidades». El alto funcionario estadounidense afirmó que la política de EEUU hacia Cuba es clara: «defender los derechos humanos y mejorar las condiciones de vida de la población cubana».
Ziff se refirió a los recientes diálogos entre ambos gobiernos, pero señaló que hasta ahora no ha habido grandes cambios. «No se ha visto un progreso significativo en cuanto a los derechos humanos, especialmente en el caso de los presos políticos del 11 de julio. No tengo información de que se estén desarrollando conversaciones al respecto», dijo.
A pesar de las difíciles condiciones económicas y políticas, Ziff destacó la fortaleza y resiliencia del pueblo cubano: «Aunque la situación es muy, pero muy difícil, los cubanos son encantadores. Se las arreglan en condiciones tan difíciles y con un régimen que no las hace fáciles».
En cuanto a las operaciones de la embajada de EEUU en La Habana, Ziff señaló que aunque se han restablecido a medias, todavía hay insuficiencia de personal para una operación consular completa. Además, mencionó que el Programa de Admisión de Refugiados (USRAP) está congelado desde hace seis años y todavía no se ha renovado ni tiene información sobre su futuro. Ziff espera influir y convencer al gobierno cubano para que permita a su población disfrutar de libertad económica, derechos humanos y libertad de asociación y religión bajo la Constitución cubana.
