«Asombrada he quedado con la declaración publicada ayer por la UNEAC, en la que decide expulsar de su seno al ‘trovador’ Fernando Bécquer», dijo este viernes la intelectual Alina Bárbara López Hernández sobre la respuesta de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) tras las burlas de Bécquer a las feministas y la orden de enviarlo a prisión.
«Mi primera sorpresa fue que un pésimo compositor y cantante como él, formara parte de la organización en calidad de ‘artista’. Considero además tardío que su Comité de ética no se haya desmarcado de Bécquer desde el momento en que fue encausado y hallado culpable. Entiendo que ahora lo hace porque ‘la orden está dada'», dijo en referencia la polémica frase del presidente designado, Miguel Díaz-Canel, durante las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021.
«La UNEAC demuestra cada día que lejos de ser una Organización No Gubernamental (ONG), como afirman sus estatutos, y como se presenta ante la intelectualidad mundial, es una instancia política que responde órdenes directas del Poder».
«Eso es lo que les llevó a rechazar en el reciente proceso de crecimiento de la organización a Mario Juan Valdés Navia, un intelectual prestigioso, un ensayista con varios libros y decenas de artículos a su haber, y con importantes premios».
«Según la explicación que recibió en la filial matancera de la organización, por parte de su presidente José Manuel Espino: ‘fueron los miembros de un tribunal creado en la UNEAC Nacional, cuyo fallo es inapelable, quienes decidieron que la proyección social de Mario, cuyos artículos en La Joven Cuba (LJC) son críticos al gobierno, no le permite formar parte de una organización revolucionaria como esa'».
«Soy miembro de la UNEAC ¿Por qué entonces no me han expulsado a mí, que escribo y coordino en ese mismo medio? Hacen gala de discriminación y doble rasero en este caso, como en tantos. Si esperan a que renuncie me conocen muy poco. Yo me quedaré para ver que sean muchos de esos censores los que deban abandonar la organización cuando la dignidad sea el único rasero con que se mida a un intelectual en este país. Siempre podrían expulsarme antes. Aquí estoy», afirmó Alina Bárbara López Hernández.
Varios cubanos respaldaron la postura de López ante el caso de Bécquer y la UNEAC.
«¡Bravo Alina! Eso mismo pensé cuando supe de la UNEAC y el caso Bécquer. ¿Por qué esperar hasta ahora? Tuvo que hablar La Lis Cuesta para que se pronunciaran», «exacto, la orden de expulsar está dada… ¿Son autónomos lo de la UNEAC o esperan instrucciones?» y «no conozco una ONG en este país, que no esté supeditada al gobierno que es lo mismo que al Partido Comunista de Cuba (PCC)», comentaron.