La plataforma feminista independiente Yo Sí Te Creo en Cuba alertó este miércoles de que la nueva política migratoria de EE.UU. puede traer consigo posibles casos de trata de personas.
«La trata suele aparecer de trasfondo en procesos migratorios, tanto legales como ilegales, de ahí la importancia de empoderar a posibles víctimas», explicó a EFE el colectivo feminista.
La administración de Joe Biden dio luz verde la semana pasada a un programa para acoger a 30.000 migrantes mensuales de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua. Aunque aclaró que el resto será deportado a México.
Uno de los requisitos es tener un «patrocinador» en Estados Unidos. Se trata de una persona que se tendrá responsabilizar financieramente de los interesados en emigrar.
Aunque el programa es reciente y aún no se han detectado casos de trata, las activistas cubanas consideraron que «la figura del patrocinador pudiera ser usada por personas que quieran obtener un beneficio de la que ayudan a recibir el parole (el beneficio del programa)».
El colectivo aseguró haber recibido «testimonios de mujeres cubanas que han comenzado a recibir ofertas de patrocinio para parole por parte de extraños».
Asimismo, las feministas explicaron que su línea de ayuda ha atendido en el pasado a cubanas migrantes con rasgos de trata, «como el retiro de los documentos legales por parte de la persona que la ayuda a emigrar».
La plataforma recordó que en 2022 fueron rescatadas ocho cubanas obligadas a prostituirse en Florida y que habían cruzado la frontera de México con EEUU. Seis años antes, se interceptó una red de tráfico sexual de insulares en Miami.
Mencionaron que, en otros casos, «el agresor cobra» haciéndose «dueño» de la vida de su pareja, «porque la sacó de Cuba».
La Cancillería cubana informó que en 2021 se identificaron 10 víctimas -todas niñas- de fenómenos asociados a la trata de personas.
El informe presentado en noviembre de 2022 añadió que las sanciones penales para los victimarios oscilaron en el rango de 5 a 20 años de privación de libertad.
Cuba cuenta con un programa nacional contra la trata de personas, pero EE.UU. considera que su programa de cooperación médica internacional es un ejemplo de ese problema.
En consecuencia, integra la «lista negra» de países que incumplen los estándares internacionales para combatir ese delito, a juicio de Washington.