La tauromaquia es el arte de torear los machos no capados de la raza bovina, es decir, los toros. El resultado casi siempre es la muerte del animal y la carne de este, es muy apreciada por su fuerte sabor. Las preparaciones de la carne de toro siempre son largas e incluyen maceración. Esta receta, está adaptada a la cocina cubana. Esta elaboración y todas las recetas antiguas cubanas las puede encontrar en el Gran Libro de la Cocina Cubana en Amazon Libros.
Ingredientes:
Rabo de toro 2 unidades
Cebolla grande 2 unidades
Ají verde 4 unidades
Diente de ajo 8 unidades
Pasta de tomate 2 unidades
Laurel hojas 5 unidades
Harina común 4 cucharadas
Pimienta molida 1 cucharadita
Aceite vegetal 1 taza
Vino seco 500 ml
Sal a gusto
Ají picante 1 unidad
Elaboración:
Limpie y pique las especias frescas muy finas, corte los rabos en trozos por las uniones, sazónelos con sal y pimienta, y póngalos a macerar con el vino y la especias. Escurra los trozos de rabo y páselos por la harina, dore los pedazos en el aceite bien caliente, apartar. Añada las especias escurridas y sofríalas hasta que se marchiten en la misma grasa donde doró los pedazos de rabo. Incorpore al sofrito, la pasta de tomate, revuélvalo y póngalo en el recipiente donde vaya a cocinar los rabos, agregue 2 ½ litros de agua y déjelos hervir 10 min.
Añada los rabos y cuando empiece a hervir, baje la candela y cocínelo tapado, hasta que los pedazos de rabo estén blanditos. Incorpore el vino seco, rectifique la sal y sepárelos de la candela cuando se haya gastado todo el liquido y quede una salsa espesa. Déjelos reposar 10 min y sírvalos. Se puede acompañar de arroz blanco.