Dentro de sus paredes se filmó la que quizás sea una de las películas más vistas y famosas de Cuba en las últimas décadas: Fresa y Chocolate. Los dueños de este viejo caserón en Centro Habana decidieron reconvertir su casa en un restaurante en 1996 y desde entonces se convirtió en una de las paladares más exclusiva de la isla, visitada por Reyes y las más famosas celebridades.
Luego de brindar su espacio para el rodaje de algunas escenas de Fresa y Chocolate, sus dueños comenzaron a tantear la idea de aprovechar la ventaja que suponía la curiosidad del público por el lugar, transformando la sala del apartamento número 418 de la calle Concordia, en un restaurante.
“Llevábamos casi 15 años manejando la idea de abrir un negocio de este tipo”, comentó en una ocasión Enrique Núñez, su dueño.
En sus inicios tan solo contaron con cuatro trabajadores: Enrique, su esposa, una amiga de la familia y el chef. Los cuatro realizaban cualquier tarea; ya fuera como porteros recibiendo a los clientes, montando las mesas o como barman.
Poco a poco fueron recuperando la inversión del restaurante, aunque aún no se llenaban sus expectativas. De esta forma, fueron incorporando ideas y lo vincularon a la cultura, ya que en sus inicios fuera propiciado por la misma. Según cuenta Enrique, como él no tenía mucho conocimiento sobre ese tipo de negocios, siempre escuchó atentamente las opiniones y comentarios de sus clientes.
Muchas personas pensaron que el proyecto estaría condenado al fracaso, dado el nivel de deterior y la negatividad del lugar. Sin embargo, el restaurante La Guarida logró brillar con luz propia y ocupar un puesto entre los mejores sitios en los que se puede comer en La Habana.
La Guarida ha acogido a cuantiosas personalidades entre las que destacan Naomi Campbell, Gabriel García Márquez, la Reina Sofía de España, Las Kardashians, Beyonce y Jay-Z, Tom Jones, Madonna, Robert de Niro, entre otros.