La vejiga natatoria de la tenca, conocida popularmente entre los cubanos como buche, terminaría en la basura de cualquier hogar que tenga la dicha de empatarse con este pescado. Sin embargo, el Gobierno han sabido aprovecharse del gusto y la demanda de este curioso alimento en los países asiáticos, donde se considera milagrosa, y se vende por cientos de dólares…
Desde hace unos años, las autoridades en Cuba se dieron cuenta que podría tratarse como un “rubro exportable” un producto que tradicionalmente se desechaba: la vejiga natatoria de las tencas, conocida popularmente por muchos cubanos como el buche.
Gracias a contactos comerciales de la Industria Pesquera cubana se conoció la alta demanda que tiene en China este órgano que en los peces cumple la función de mantener su flotabilidad sin que sea necesario que realicen un esfuerzo muscular para lograrlo, por lo que se destinó un equipo de Industria Pesquera Espirituana para extraerlo y procesarlo.
En el gigante asiático la vejiga natatoria es utilizada para la preparación de ciertas sopas a las que le son atribuidas ‘propiedades milagrosas’.
Muchos consumidores afirman que los usos de este producto van desde reducir los dolores durante el parto hasta el aumento de la potencia sexual.
En China, la vejiga natatoria es popular por sus propiedades nutricionales y medicinales. Se venden secas y sus precios varían ampliamente, pueden valer uno pocos cientos de yuanes por kilogramo hasta cientos de miles de yuanes, dependiendo del origen de la especie.
Las primeras pruebas de mercado para exportar las vejigas natatorias de las tencas se realizaron en el año 2017 y los excelentes resultado obtenidos llevaron a la isla a buscar un espacio en ese mercado.
Ya varias provincias cubanas han comenzado a procesar este órgano de las tencas con fines exportables, que “destacan en el mercado por su tamaño y calidad”.
En el año 2019, el Gobierno cubano logró comercializar 1000 kilogramos de este órgano producidos solo en la industria espirituana y esperan alcanzar ante de finalizar el año 2020 lograr superar, y quizás duplicar, esta cifra.
En todo el centro del país se han exportado hasta dos mil toneladas de este producto, y cada vejiga en sí puede alcanzar un precio entre los 100 y 120 dólares por unidad en dependencia del tamaño.
En cada provincia donde se produce se han capacitado trabajadores que sepan cómo realizar el corte preciso del pescado para que no resulte dañada su vejiga natatoria y una vez que este fuera de la barriga del pez se proceda a limpiarle la grasa, poncharlas y envasarlas para ser depositadas en el túnel de congelación.
Además de los usos gastronómicos, la vejiga natatoria es utilizada para fabricar pegamentos resistentes al agua, para la clarificación de la cerveza; incluso posee compuestos químicos que sirven para fabricar hilos quirúrgicos.
Lo asombroso de este surtido es la diversidad de usos y las propiedades que le atribuyen los asiáticos al mismo, al punto de pagar altas sumas de dinero por un plato de sopa elaborado con las vejigas o por cualquier otra oferta gastronómica que la incluya entre sus ingredientes.
Se dice que el tejido del buche del pez está constituido casi por completo por colágeno, una proteína indispensable para la elasticidad de los tejidos humanos y su regeneración.
Así es como el buche de una tenca puede pasar del chinchorro de un pescador en Cuba, al plato de sopa de un comensal en Nueva York, a un barril de cerveza en Japón o terminar en las cremas antiarrugas de una mujer en Hong Kong, sin dudas un viaje largo pero exorbitante.