De igual manera que existió un Barrio Chino con todas las de la ley en la capital cubana, hoy se levanta una “Pequeña Italia “de una forma menos floreciente y un tanto más dispersa que aquel asentamiento de asiáticos en los años 50 del pasado siglo, Guanabo.
No han sido pocos los visitantes extranjeros que han hecho de la nación caribeña un destino de obligatoria visita producto de todas las “facilidades” que tienen en país en el que cuentan con un status preferencial y donde pueden hacer y deshacer a su antojo económico ya que el salario medio de los cubanos ronda los 20 dólares mensuales.
Es muy frecuente que detrás de cada lujosa casa de alquiler, paladar, bar o centro nocturno de carácter privado, existe la mano de un capital extranjero que ha sido camuflado a través de un cubano que da la cara.
En una Cuba en que los propietarios de negocios particulares pueden campear por su respeto y darse una vida mejor que la de cualquier médico o ingeniero, es muy común que muchos visitantes foráneos hayan tomado la decisión de asentarse en la Isla.
En el caso de los italianos, han sido siempre muy selectivos en el lugar en el que residir y recientemente ha sido la zona de playas Guanabo por la que se han decantado más de un centenar de estos.
A pesar de que muy pocos se han hecho con la residencia cubana o que han invertido en renta de habitaciones o servicios gastronómicos, se calcula que más de doscientos se encuentran relacionados con una gran parte de los negocios de la localidad.
Muchos de estos italianos no figuran como dueños de las casas, las cuales figuran a nombre de familiares, pareja, hijos e incluso hasta amigos.
A pesar que el negocio de la renta de casas no evidencia la presencia italiana en la zona de Guanabo ya que la mayoría no se encuentra a su nombre, en el sector gastronómico el panorama es un tanto más claro.
El aparente desarrollo del sector es cuando menos cuestionable en la zona, ya que las ganancias obtenidas de estos negocios son raramente declaradas correctamente y mucho menos tienen como destino final el permanecer en el país.
Y así seguimos, los italianos al más puro estilo de Cristóbal Colón se encuentran colonizando Guanabo, al tiempo que muchos de los cubanos que residían en la zona han tomado la decisión de renunciar a sus casonas familiares en la playa con tal de no perecer en la pobreza extrema.
