La camagüeyana Daimara Herrera lleva más de una década sorteando todo tipo de dificultades para lo lograr ofrecer a perros y gatos callejeros un refugio en el propio patio de su casa. De acuerdo a la información publicada en un reportaje del diario oficialista Juventud Rebelde, esta cubana tiene a su cuidado más de 100 canes e igual cantidad de felinos en su morada.
Son muchos los que tildan de atrevida su misión, pero ella no cesa su empeño de dar refugio a este gran numero de animales abandonados.
“Son muchísimas las personas que me agradecen y alientan, que recoger a los perros y gatos callejeros ya forma parte de mi vida. No puedo dejarlos tirados”, contó Herrera al citado medio.
“Algunos de estos animalitos llegan muy enfermos o golpeados y no siempre sobreviven, pero eso sí, nunca mueren sin atención. Muchos terminan adoptados, generalmente los más pequeños, pero la mayoría envejece en el seno de esta gran familia callejera”, comentó esta amante de los animales.
Para lograr alimentar a todos los animales, la conocida en toda la provincia de Camagüey como “la mujer de los perros y gatos” requiere a diario de una buena cantidad de arroz y pescado.
“Cuando llega la hora del baño tengo que recurrir a mis familiares y amigos, porque lo hago por orden de prioridad al igual que la alimentación. Para darles de comer siempre les sirvo primero a los más pequeños y a los que se encuentran enfermos, a los que les doy una dieta reforzada. En el caso de los gatos, ellos comen tres veces al día, así no les dan problemas a los vecinos”, explicó.
Según Herrera, cuando llegan a su patio los animales “se les hace un examen integral y se les pone en cuarentena, para curarlos de cualquier enfermedad”.
A la noble causa de esta camagüeyana se han sumado no pocos colaboradores, quienes la apoyan con todo tipo de donaciones, sobre todo medicamentos y comida.
De esta manera ha ido creciendo la labor de Herrera, una de las tantas defensoras de los animales en la Isla que se quedó con las ganas de que la nueva Constitución incluyese un apartado sobre el bienestar y contra el maltrato a los animales.
“Mis animales son recogidos en las calles por personas muy preocupadas, quienes ayudan con donaciones, sobre todo de medicamentos. De esta manera ha crecido la familia de hombres y mujeres solidarios”, contó Herrera, a quien sus mascotas obedeces con un solo chiflido.
Lo que comenzó como una gran locura se ha ido convirtiendo en un refugio que cada día se multiplica, convirtiéndose en una verdadero hogar con una madre para cientos de perros y gatos.
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