En septiembre de 2015 llegó a las costas de Guanahacabibes, en la provincia de Pinar del Río, el Union Express, un misterioso barco fantasma que viajaba sin ninguna persona a bordo. Todavía hoy permanece atorado en el mismo suelo rocoso donde encalló y su futuro sigue siendo un enigma…
Aunque llegó «navegando» solo, la realidad es que este barco tenia nombre propio y bandera, por más sospechas que en su momento se tejieron a su alrededor… todo era más sencillo de lo que aparentaba.
Según cuentan, el Union Express perdió el ancla durante una tormenta, mientras sus tripulantes estaban refugiados en tierra. Las corrientes y el viento lo impulsaron a toda velocidad hacia el inmenso mar, desde donde se supone que siguió hasta llegar al sur extremo occidente de Cuba.
Hace 4 años ya que se encuentra encallado sobre los arrecifes cercanos al Parque Nacional de Guanahacabibes, aunque su primer avistamiento data del 1ro de septiembre de 2015, cuando fue avistado por una embarcación de Tropas Guardafronteras (TGF), muy cerca de la Punta del Holandés.
Su propietario nunca quiso llevárselo, y el Gobierno cubano intentó sacarlo con un remolcador, pero todo resultó infructuoso pues estaba demasiado atorado en el suelo rocoso.
El impacto contra las rocas provocó un boquete en el casco del barco, que permitió la entrada del agua, hasta llegar a cubrir la sala de máquinas y otros espacios bajo la linea de flotación.
De la embarcación logró sacarse la mayoría de los medios que traía, incluidos los bidones de aceite para el motor y las baterías, pero dentro quedaron materiales y sustancias que pudieran ser peligrosas en caso que llegara hundirse por completo, como los lubricantes que aún se hallan dentro de los equipos de la sala de maquinas.
Según los datos de la Organización Marítima Internacional, el barco pesa 174 toneladas, mide 36 metros de largo y era propiedad de San Vicente y las Granadinas. Pero, tras hacer la reclamación, en el plazo de 30 días establecido internacionalmente, la naviera sanvicentina nunca procedió a retirarlo.
Al día de hoy, el barco fantasma de las costas de Guanahacabibes sigue atrapado entre las rocas, hudiéndose poco a poco por el embate de las olas…
Visiblemente oxidado, escorado y con el agua inundando casi por completo su cubierta, el Union Express ya da más pena que miedo y su futuro sigue siendo un enigma.
