Capilla de los Caracoles, un edificio construido a mano por un cubano que es único en el mundo

Redacción

Capilla de los Caracoles, un edificio construido a mano por un cubano que es único en el mundo

En el añejo barrio de Santos Suárez, en La Habana, existe un edificio casi desconocido por los cubanos, pero que es unico en el mundo y cuya fachada fue construida por completo a mano por una sola persona, llena de caracoles, conchas marinas, figuras misteriosas y estrellas que le rinden homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre.

Su historia se fue perdiendo con el tiempo, pero los vecinos más viejos de la zona cuenta que la Capilla de los Caracoles, situada en la calle San Benigno entre San Leonardo y Rodríguez, fue construida en agradecimiento a un milagro que la Virgen de la Caridad le cumplió a Lorenzo Romero Miñoso.

Fachada de la Capilla de los Caracolas

Este cubano, ágil y talentoso albañil, estaba trabajando un día en un andamio a una altura bastante considerable, cuando resbaló, cayendo al vacío. Mientas caía, rogó a la Virgen que lo salvara y agradecimiento al favor que él consideró siempre milagroso pues decidió convertir su vivienda en una capilla en su honor.

Nadie puede afirmar si la Virgen lo escuchó o lo ayudó a su buena suerte, lo cierto es que el buen hombre salvó la vida y cumplió su promesa.

Detalle de la facha de la Capilla de los Caracoles

Para su construcción, Romero Miñoso contó con la ayuda de todos sus vecinos, quienes durante meses fueron recolectando miles de caracoles y conchas que sirvieron para tapizar toda la fachada principal y el hermoso altar interior. En la fachada destaca una hermosa bandera cubana conformada toda por conchas idénticas, que la sitúan como una reliquia única, fruto de la veneración y fe colectiva de lo que significó La Virgen de La Caridad del Cobre.

Detalle del interior de la Capilla de los Caracoles

Romero vivió muchos años después de construir la capilla, disfrutó de una excelente salud y un envidiable buen humor. Cuentan que durante casi 50 años personificó al popular personaje de “la Macorina”, en las Charangas de Bejucal, vistiéndose de mujer y acompañando los desfiles del carnaval. Murió en 1968, a la edad de 88 años pero aún hoy se le recuerda como el hombre que construyó la Capillita de Caracoles.

Detalle de la facha de la Capilla de los Caracoles