A solo kilómetros de donde miles de cubanos se están arriesgando para atravesar el peligroso río Bravo e ingresar a los Estados Unidos, se encuentran el centro de acogida de migrantes donde se reencuentran por primera vez con sus familiares en tierras de libertad, tras esas largas travesías a través de América Latina.
“Se está tratando de hacer la mejor colaboración entre la Patrulla Fronteriza y nosotros, en este caso, para poder garantizar la seguridad de estas personas”, dijo Valería Wheelen, quien dirige el centro de acogida donde los agentes de Protección Fronteriza de EEUU entregan a los cubanos después de ser procesados y otorgarles la libertad bajo palabra.
Wheelen agregó que en el lugar les dan información cómo qué aeropuerto les queda más cerca, además de ofrecerles tecnología como celulares y Wifi, para que puedan comunicarse con sus familias.
Son conmovedoras las escenas que se viven en ese lugar, como la de un cubano que se reencontró con su hermana, tras llegar a la tierra de la libertad.
La diferencia es abismal si se compara con la de aquellos que no lograr cruzar el río Bravo, y son detenidos por la Patrulla Fronteriza de México en el intento, pues son enviados a una cárcel migratoria donde permanecen encerrados y hacinados mujeres, niños y personas de edad avanzada.
Quienes duermen en esa parte del edificio ubicado en Piedras Negras, se consideran los privilegiados del grupo de cubanos, porque los jóvenes están encerrados en celdas muchos más pequeñas y en peores condiciones de higiene y espacio.
El jueves, ambas orillas del río Bravo en la ciudad de Eagle Pass, en Estados Unidos, y Piedras Negras, en México, amanecieron fuertemente custodiadas por efectivos militares de ambos países, para impedir que los cubanos y otros inmigrantes crucen el río Bravo.
Antes de que las fuerzas del orden público de México llegaran a Piedras Negras a realizar un cordón de seguridad para limitar a los inmigrantes, éste se había convertido en uno de los puntos de mayor paso hacia los Estados Unidos, pues es una de las zonas donde es más estrecho el río Bravo.
En la orilla de EEUU, la Guardia Nacional del estado de Texas comenzó el viernes a derrumbar toda la vegetación aledaña al río Bravo, para instalar unas cercas con alambre de púas, que ya existen del lado oeste del puente.
El viernes, de igual forma la naturaleza mostró uno de los mayores peligros que enfrentan los inmigrantes que intentan llegar a los Estados Unidos cruzando el río Bravo: la fuerte corriente capaz de arrastrar a cualquiera.
Es por esto que las autoridades, tanto mexicanas como estadounidenses, le piden a los inmigrantes que tengan mucha precaución, pues cruzar el río, pudiera costarles la vida.