Por casi cuatro décadas los cubanos disfrutaron cada semana del programa ‘Cocina al minuto’, donde se ofrecían espectaculares soluciones para tener siempre una propuesta interesante en la mesa para complacer a la familia, incluso durante el período especial, donde las recetas se fueron adaptando a la escasez y aparecieron verdaderas maravillas de la invención que aún permanecen en el recuero de muchos.
Sus presentadoras, Nitza Villapol y Margot, chef y asistente respectivamente, gozaban de mucha popularidad entre los televidentes y hoy en día se les recuerda con mucho cariño.
Nitza Villapol Andiarena fue maestra y chef de cocina. Además, escribió varios libros sobre el tema y se destacó como presentadora de televisión.
Entre los libros de su autoría destaca el que lleva por nombre el mismo que su inolvidable programa de televisión y reúne algunas de las recetas más típicas de la cocina cubana.
El programa Cocina al Minuto fue un aliciente para los cubanos durante el llamado Período Especial, ya que además de enseñarlos a elaborar comidas ricas en nutrientes, les dio las alternativas necesarias para poder preparar las recetas con ingredientes que se encontraban asequibles a la economía de la población.
Desde los turrones de coco hasta el famoso aliñao, cóctel de frutas en almíbar y añejadas en alcohol durante nueve meses, desde el archiconocido congrí o moros y cristianos hasta los tamales de maíz, eran algunas de las demostraciones prácticas que ella mostraba en su espacio, donde elaboraban las más gustados platos.
Sus programas estaban orientados fundamentalmente a las féminas que trabajaban en la calle y que no disponían de mucho tiempo para dedicarle a la cocina. Es por ello que los platos que se enseñaban a preparar eran bastante sencillos y rápidos de hacer.
Juana Margarita Bacallao Villaverde, conocida por todos como Margot, fue la asistente de Nitza en Cocina al Minuto durante todo el tiempo que fue televisado, fue fundadora de la televisión cubana y recibió la “Medalla de Honor de la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba”.
En su rol de asistente, Margot jugaba un papel fundamental en el programa. Ella era quien se encargaba de elegir los ingredientes para cada elaboración y el método de cocción apropiado en cada caso. Algunos llegaron a decir que la que realmente cocinaba era ella y que Nitza solo era la cara publica del show.
A pesar de no intervenir en el texto del programa y que su papel transcurría de forma silenciosa, Margot no pasaba desapercibida para los cubanos, quienes reconocían su valor como cocinera y su invaluable colaboración como asistente. A tal punto llegó a gustar a los isleños su trabajo que incluso hoy en día se le suele llamar “Margot” jocosamente a los ayudantes de cocina.
El equipo que hacían Nitza y Margot era sencillamente increíble, ya que una complementaba a la otra. Si Nitza poseía una formación profesional y el conocimiento en nutrición, Margot, por su parte, era quien llevaba la voz cantante en cuanto al sabor criollo de las recetas preparadas.
Ambas lograron convertir las necesidades económicas de aquel entonces en un incentivo para para que la imaginación echase a volar a la hora de preparar recetas asequibles y deliciosas.
Aunque el programa ya no se transmite, no son pocos los cubanos que atesoran algunos de los libros de cocina de Nitza Villapol y, aunque actualmente es posible hacer uso del internet para buscar una receta y encontrar una gran cantidad de formas distintas de prepararlas, los métodos de Nitza siguen siendo una especie de biblia culinaria para los cubanos.
Puede que de aquí a algún tiempo surja alguna otra figura en cuanto a preparar alimentos en Cuba se trate, pero hasta el sol de hoy, Nitza y Margot son las mujeres más famosas de la cocina cubana.
