Ubre Blanca, la vaca de Fidel Castro que vivía con aire acondicionado

Redacción

Ubre Blanca, la vaca de Fidel Castro que vivía con aire acondicionado

Cuba tiene varios registros en el Libro de Récords Guinness, pero ninguno tan famoso como el que batió Ubre Blanca, la vaca que tan solo el 25 de enero de 1981 produjo 109,5 litros de leche. Su alta producción no fue una casualidad, sino un proyecto personal de Fidel Castro para superar la cifra de una vaca estadounidense… porque a «los malos» había que ganarle hasta con una vaca lechera.

Corría el año 1966 cuando Cuba se encontraba enfrascada en llegar a producir una vaca que pudiera batir los récords de producción lechera en los Estados Unidos para demostrar la superioridad agrícola del país. Fidel, estaba seguro que día contar con una vaca que diese 100 litros de leche y de esta forma romper el récord de producción de leche de la vaca estadounidense Arlinda Ellen que mantenía el récord mundial de 80 litros desde 1975, según cuenta Jorge Hernández, veterinario de Ubre Blanca en el documental La Vaca de Mármol (2013) del cineasta cubano Enrique Molina.

Antes de la revolución cubana y de la llegada de Ubre Blanca, una vaca en este país producía entre 2-3 litros de leche al día

El sueño de ex gobernante cubano se cumplió a mediados del año 1982, cuando una de sus vacas, Ubre Blanca, llegó a producir 109.5 litros de lecho en un solo día. A su vez, Ubre Blanca también produjo 24.268,9 litros de leche en un solo ciclo de 305 días de lactancia, rompiendo de esta forma otra marca de producción lechera.

Ubre Blanca nació a partir del cruce de dos razas: la Holstein, de alta producción lechera, y la Cebú, muy resistente al calor. Ella es lo que se conoce como una F2, o sea, que tenía un 75 por ciento de sangre Holstein y un 25 de Cebú.

El registro de la leche obtenida de Ubre Blanca era meticuloso y Fidel Castro o alguno de sus representantes llamaban a la finca constantemente para conocer la cifra. Estas se reportaban en los noticieros y los diarios locales como si se tratara del clima o del marcador de algún partido de fútbol.

Fidel, junto a un grupo de periodistas entre los que se encontraba un representante de Guinness, acudieron a la finca La Victoria a presenciar la hazaña de la vaca. Desde ese entonces, el líder cubano estuvo de visita en la finca en varias ocasiones y no fueron pocos los discursos en que mencionó a la célebre Ubre Blanca como un símbolo de los logros de la Revolución cubana.

A la vaca no le gustaba que le tocaran el lomo, pero en una visita de Fidel Castro, éste le puso la mano sobre el lomo y Ubre Blanca ni se inmutó.

Al haberse convertido en todo un orgullo nacional, comenzaron a surgir varios mitos sobre los beneficios de los que disfrutaba aquella vaca, como que vivía en un área espaciosa de la finca con aire acondicionado y que incluso disfrutaba de música clásica durante todo el día.

Algunos de los vaqueros a su cuidado aclararon en varias ocasiones que aquello no eran más que rumores. Lo que si era verdad, según contaban, es que no le gustaba comer lo mismo todos los días y había que alternarle el menú entre pasto, naranjas y toronjas, además, contaba con un pequeño radio portátil en el que se le ponía música tropical. Aquellos lujos no atenuaron su carácter agresivo, por lo que ordeñarla resultaba en golpes y heridas permanentes para su cuidador.

Ubre blanca enfermó de cáncer en 1983 y pasó sus últimos dos años en El Centro Nacional de Salud Agropecuaria (Censa) en las afueras de La Habana. Fue disecada y actualmente se exhibe en las oficinas de Censa en una estructura de cristal. A petición de Fidel Castro, una estatua se erigió en su honor en Isla de la Juventud, su lugar de origen.

Ubre Blanca era un cruce entre un toro Holstein y una vaca cebú que se crió en la Isla de la Juventud

En 2002, el gobierno cubano anunció un proyecto para clonar a Ubre Blanca, ya que en el Censa se había recogido su material genético antes de morir. Desde 1987, este se había convertido en un plan prioritario para Fidel Castro, según un artículo de Wall Street Journal. El proyecto significaba una esperanza para recuperarse de una crisis en la producción lechera y de carne por la que pasaba Cuba en ese momento. “Esperemos que Steven Spielberg haya sido profético con su película Jurassic Park”, dijo uno de los científicos a cargo de la investigación al diario estadounidense. Este objetivo aún no se ha cumplido.

Su obituario apareció en portada del periódico Granma, en el que se lamentaba: “Ella lo dio todo por el pueblo”.