Imaginar que se cuenta en la vivienda con un suministro de gas del que se puede hacer uso durante todos los días del mes, sin tener que pagar un solo centavo, parece cosa de un cuento de camino. Sin embargo, los pobladores de Motembo, una pequeña aldea ubicada en las llanuras del centro norte de Cuba, llevan muchos años disfrutando gratuitamente del gas que sale de unas tuberías metálicas que tienen enterradas en el patio de sus casas.
Pudiera parecer una fantasía, pero no, en buena parte de las viviendas y edificios construidos según los patrones soviéticos en el municipio villaclareño de Corralillo, la inventiva popular conectó mangueras de goma finas desde las tuberías por donde circula el gas natural, directamente a las cocinas de las viviendas.
No se trata de un gas cualquiera, sino que es uno de calidad superior, según cuenta los pobladores de Motembo, quienes desde hace décadas lo emplean sin costo alguno, con la seguridad del que vive sobre una inagotable mina de oro, pero en este caso se trata de oro negro.
A simple vista resulta imposible de imaginar que bajo esos terrenos llenos de maleza pudiera encontrarse una de las tablillas de salvación de la deteriorada economía cubana, que desde hace varios años enfrenta serios problemas de abastecimiento energético.
La gente suele mencionar la posibilidad de explosiones y que el pueblo puede volar por los aires de un momento a otro, pero lo cierto es que desde hace décadas que Motembo reposa sobre todo un océano de hidrocarburos.
Actualmente en el yacimiento de Motembo se encuentran unos cinco pozos, los cuales producen gas para tareas domésticos y unos cuantos galones de nafta al ser limpiados.
A cubitos sacan la nafta. A sorbitos. Y el gas destinado al consumo doméstico ni siquiera se embala. Va directamente del pozo al fogón. Motembo es una rarísima cocina a cielo abierto…
Las tuberías fueron inventadas por la propia gente. La instalación no la hizo el Estado. La conexión la hicieron los mismos vecinos. A todos los vecinos, sin embargo, les preocupa un gran desastre por las tuberias, la mayoría con remiendos de cinta adhesiva.
Motembo es uno de los primeros campos de explotación petrolífera del continente americano, pero que ha permanecido silenciado durante las últimas cuatro décadas.
Le región exhibe un gran atractivo para el especialista no solo por sus clásicos bolsones de gas natural sino por una serie de enigmas geológicos que la hacen aparecer como “zona de muchas posibilidades”. Desde el siglo antepasado se ha reportado desde oro y plata hasta los más raros y exóticos minerales. La extrañeza de este suelo se ve claramente reflejada en una inusual vegetación donde la exageración de tallos, flores y frutos hacen pensar en “extrañas fuerzas telúricas.”
