08En cada una de sus interpretaciones, la actriz cubana Blanca Rosa Blanco, uno de los rostros más bellos de la televisión cubana, logra inyectarle su personalidad y expresar en ellos la humanidad que la caracteriza.
En sus incontables papeles, Blanca Rosa se ha dejado ver lo mismo siendo villana que heroína. Mujeres con ambiciones, malicia, transgresoras o llamativas, lo cual la ha convertido en una de las actrices más notables en los últimos tiempos.
A pesar de serlo, nunca ha tomado una actitud de diva; si algo la caracteriza, más que su belleza, es sin lugar a dudas su sencillez.
Blanca Rosa cursó estudios en la Facultad de Artes Escénicas del Instituto Superior de Artes (ISA). Luego, allí mismo, comenzó a impartir clases de actuación.
En su formación, el teatro jugó un papel fundamental. Junto al grupo Buscón participó en las obras de «Cuentos de amor, humor y muerte» y «La historia de un escaparate».
Sin embargo, lo que la ha hecho ganar mayor popularidad es la televisión, donde ha encarnado números personajes en novelas, teatros, teleplays, cuentos y policíacos. Entre los más destacados se encuentran sus papeles en la telenovela Salir de noche, Una mañana sin sol, Un cuento de camino, Legítima defensa, Bajo el mismo sol: Casa de Cristal y el policíaco Tras la huella.
En el cine también ha realizado numerosos trabajos. Tal es el caso de Ciclos en el trópico, El porvenir de una ilusión, Matar el tiempo, Kleines Tropicana, Hasta la victoria siempre, Páginas del diario de Mauricio, Lisanka, Boleto al paraíso, Juan de los Muertos, Habanastation, Irremediablemente juntos, La película de Ana.
Blanca Rosa Blanco no puede caminar par de cuadras en Cuba sin que las personas la paren en la calle. Para muchos, ella es “el nuevo rostro” del cine cubano.
Según ha confesado en varias ocasiones, es una fiel amante de la literatura y disfruta mucho leer y hasta escribir cuentos. Otro de sus pasatiempos es disfrutar del buen cine, ya que se nutre de las buenas historias y de las acertadas interpretaciones y direcciones.
A pesar de su éxito, no se ha salvado de los momentos difíciles, la muerte de su padre, la partida de su hermana mayor y sus hijos a España, y muchos momentos dolorosos. Actualmente, vive dedicada a su carrera y a su familia.
Cada momento en que no se encuentra trabajando es para sus seres queridos. Da igual si el día estuvo muy movido y cuando llega a casa está muy cansada, nunca falta el espacio para comer en familia, reír junto a los suyos y realizar planes.
Una vez al año, Blanca Rosa organiza una gran fiesta en su casa. Ese día, prepara una paella gigante e invita a sus amigos y familiares.
Blanca Rosa no siempre tiene la posibilidad de escoger sus papeles, pero siempre hace lo posible por ponerse en las circunstancias de sus personajes para dar el clavo con el papel encarnado.
Cuando le sacan el tema de que ella es el nuevo rostro del cine cubano, ella en su sencillez declara:
“Los llamados rostros del cine cubano ha sido íconos, y si hay otra generación y yo formo parte de ella, me siento en deuda. Si ahora puedo estar ahí es porque antes existieron ellos y ojalá algún día me puedan ver como parte de esa historia”
Su labor en el cine no se limita a la nación caribeña, ya que también ha filmado en España. No obstante, asegura que le gustaría hacer una película francesa, rusa o india.
“Conozco a muchos actores que podrían unirnos y aprender a trabajar en un sistema como el de Holywood, por ejemplo, a pesar de parecer desconocido. Si algún día me dan la oportunidad seguro la tome. Estoy segura que la aprovecharía muy bien”, comentó en una ocasión.
Para la bella Blanca Rosa Blanca, el amor es una especie de momento feliz, aunque reconoce que ama muchísimas cosas.
“Amo estar viva, el ser madre, la posibilidad de ser hija, amo a las personas que me quiere y me respeta y por sobre todas las cosas amo estar aquí para ustedes”.
Con este tipo de declaraciones que suele realizar, es imposible que no salga a flote la noble alma de Blanca Rosa Blanco, quien sin perder la soberanía de ser una diva, no deja que se escape su esencia notable.