La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en Miami tiene un nuevo jefe desde hace unos días, y tras asumir su carga ha advertido que pretender implementar «medidas enérgicas» para impedir la llegada de balseros cubanos y de otros nacionalidades a las costas de Florida.
Walter ‘Neil’ Slosar ofreció una entrevista a la cadena Local10 News donde además de pedir a las personas que no se arriesguen en estas peligrosas travesías marítimas, dejó claro que será implacable con todos los contrabandistas de personas.
Slosar, quien trabajó previamente en el Sector de El Paso, Texas, donde fue Agente de Patrulla y Jefe Adjunto Interino, fue insistente al decir que «las organizaciones criminales que se dedican al tráfico de personas vía marítima sobrecargan estos barcos sacrifican la seguridad de los migrantes en aras de las ganancias. Solo hay espacio para estar de pie en esos botes, no hay suficiente agua, no hay suficientes salvavidas».
Aunque reconoció que los cubanos y el resto de los migrantes que se lanzan al mar a riesgo de sus vidas tienen sus razones para querer vivir en los Estados Unidos, dijo que la misión de los agentes bajo su mando es hacer cumplir a ley, por lo que no pueden decidir quién entra o no de territorio estadounidense.
La Guardia Costera ha intensificado el patrullaje en las costas de Florida, buscando posibles embarcaciones con balseros que intentan llegar al país.
Aunque éste no es el primer éxodo masivo de cubanos podría superar a otros tres: el de Camarioca, cuando en 1965 salieron casi 5.000 personas; el del Mariel, cuando huyeron poco más de 124.700 cubanos en 1980, y la llamada crisis de los balseros cubanos, cuando unos 30.800 arribaron por mar en 1994.
La Habana, que no ha revelado estadísticas sobre cuántos cubanos han salido del país, ha acusado a Estados Unidos de manipular la situación y ofrecer prebendas y beneficios que estimulan la salida de sus ciudadanos.
