La historia del arrendamiento de Guantánamo encierra no pocas interrogantes y curiosidades. Además, fue uno de los puntos más enredados del acercamiento entre Estados Unidos y la nación caribeña en 2014.
En lo que refiere a la primera constitución de la República de Cuba, Washington ejerció presión para que fuera incluida la Enmienda Platt, la cual dictaminaba que Cuba debía ceder parte de su territorio a Estados Unidos.
El 16 de febrero de 1903, Theodore Roosevelt y Tomás Estrada Palma, firmaron un acuerdo que establecía que Cuba cedía a Estados Unidos dos territorios, en Guantánamo y en Bahía Honda, para bases navales y carboneras, ambos durante el tiempo que fuese necesario.
El acuerdo reconocía la soberanía de la nación caribeña, pero la jurisdicción de ambos territorios quedaba bajo el completo control de Estados Unidos.
El 2 de julio de 1903 ambos países firmaron un acuerdo en el que especificaban los detalles del arrendamiento. Por ejemplo, que Estados Unidos es el encargado del mantenimiento de la valla. Y el precio: “La suma anual de dos mil dólares en moneda de oro de Estados Unidos”.
Para aquellos tiempos la suma no era para nada baja, pero Cuba nunca renegoció el acuerdo inicial y hoy en día el precio del alquiler de los 116 kilómetros cuadrados es casi simbólico.
Esto quiere decir que Estados Unidos paga por Guantánamo casi nada. Pero más que “casi nada”, sería más apropiado decir “nada”. Desde el triunfo de la Revolución en la isla en 1959, Cuba solo cobró una vez el cheque por el alquiler anual y por «error».
Al menos eso fue lo que aseguró entonces Fidel Castro, quien en una de sus tantas «reflexiones» en la prensa reveló este dato en el año 2007.
“El (cheque) correspondiente a 1959, por simple confusión, fue convertido en ingreso nacional. Desde 1960 hasta hoy jamás se han cobrado y quedan como constancia de un arrendamiento impuesto durante más de 107 años”, explicó en un articulo publicado en el diario oficialista Granma.
A pesar de romperse las relaciones entre ambas naciones tras el triunfo de la Revolución, Estados Unidos mantuvo Guantánamo. Aunque nunca ocurrió una guerra militar por el espacio, si se registraron en el pasado pequeños enfrentamientos de soldados.
Al pasar los años, EEUU interpretó los usos de la estación naval y carbonera, poniendo en funcionamiento en el 2002 un penal en la base de Guantánamo.
La polémica ha girado en torno a la base de Guantánamo durante años, ya que, al no pertenecer legalmente a Estados Unidos, los interrogatorios que se han llevado a cabo allí han suscitado numerosas críticas por parte de la comunidad internacional, quien tacha la instalación de ser el escenario perfecto para que se desenvuelva una especie de «agujero negro legal».
La ley Helms-Burton de 1996 establece que Estados Unidos puede proceder en su devolución con la condición de que “Cuba instale un gobierno democrático, por lo que de alguna manera indicaba que el valor militar y estratégico es ya escaso o nulo”.
Antes del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, el pago por el arrendamiento de Guantánamo se hacía a través de la delegación suiza. El precio: US$4.085 al año, según registra el último ajuste que hizo Estados Unidos en 1973.
Cabe destacar que Cuba no los cobra, y los cheques se anulan si no son cobrados tras pasar un año. Este dinero no cobrado se dirige a la Marina estadounidense y luego al Tesorero General de la República de Cuba, figura que desde hace años no forma parte de la estructura del gobierno de la isla.
Ni el Departamento del Tesoro, ni el de Defensa ni el de Estado nunca han detallado ni informado a donde se dirige luego ese dinero.
