El hijo del Che Guevara que montó un negocio privado de rutas turísticas por Cuba en motos

Redacción

Che motos

Hay veces en el que el parecido familiar es misterioso. Barba descuidada, nariz inconfundible… Las similitudes del padre con el hijo se extienden hasta en la mirada que el más joven de los hijos de Ernesto Guevara deposita en un puro encendido que sujeta firmemente entre los dedos.

Detrás de los atributos físicos, el hijo del revolucionario latinoamericano más famoso, el Che, también heredó de su padre su amor por las motos.

“Siempre me gustó la mecánica, la velocidad, las motos y los coches”, dice Ernesto,  mientras se toma una bebida fría en un local de La Habana decorado con motivos de la Harley-Davidson.

“Cuando era niño me gustaba arreglar coches y bicicletas. Puede que sea algo que aprendí de mi padre o quizás no, pero venga de donde venga, lo cierto es que me encanta”, comentó.

A pesar de compartir pasiones, el joven Guevara ha tomado un camino muy distinto al de su padre: la industria del turismo.

Posee una compañía de rutas turísticas que ofrece recorrer Cuba en moto y sólo está ligada al Che por el nombre: Tours La Poderosa, nombrada así en referencia a la Norton de 500 cc con la que su padre recorrió las Américas.

Tours La Poderosa es una empresa privada que usa capital extranjero y trabaja con varias compañías cubanas de titularidad estatal. Es uno de los negocios privados que nacieron bajo la nueva legislación que aprobó el presidente Raúl Castro en 2010. Nada que ver con la formación de abogado que recibió el hijo joven del revolucionario.

Muchos turistas que solicitan el servicio del recorrido se deciden a tomarlo por el vínculo de la empresa con el Che Guevara, algo que el hijo a sabido explotar muy bien. Pese a su más que reconocido apellido, Ernesto insiste en que él no vive bajo la sombra de su padre.

“Siempre trato de no unir las cosas. Todo lo que he conseguido lo he hecho como Ernesto Guevara March, por mí mismo, como ser humano”, dice el hijo más pequeño del matrimonio del Che con la cubana Aleida March..

Ernesto confiesa sin dudar que no fue fácil crecer con un padre tan famoso, o mejor dicho, sin padre. El Che fue ejecutado en Bolivia en 1967, cuando Ernesto tenía sólo dos años.

“Claro que en la escuela muchas veces te señalaban como Ernesto Guevara, pero por lo general era más conocido como Ernesto Guevara March, que es la persona que soy realmente. El hijo de mi padre y de mi madre”, confesó.

Y como la fascinación por el icono que es su padre no tiene vistos de decrecer, Ernesto quiere destacar este punto: “Aquellos que me quieren, me aman por la persona que soy. No sólo por el nombre Guevara”.

Sin embargo, la agencia saca total provecho de la imagen de Guevara para promover sus viajes, desde fotos hasta una publicidad que se inicia con uno de sus discursos: «Hay una historia que debemos conocer y una experiencia que nos debe de servir».