Una artemiseña ha saltado a la familia recientemente por ser la especialista del nail art más popular de la farándula internacional latina, manicurista por excelencia de celebridades como la cantante Karol G y la presentadora Clarissa Molina.
Ibett Sánchez, la ya eminencia en el área, contó que emigró de Cuba hacia Estados Unidos en el año 2014, confesando que llegó con muchos sueños y ninguno de ellos era dedicarse de lleno a ser manicurista. De hecho, cuando arribó al país norteño gracias a una reclamación familiar, pensaba estudiar radiología.
La joven de 31 años, quien ahora es docente, mentora y líder de su propia y exitosa marca, afirmó que solo comenzó a trabajar en el oficio porque así podía ganar dinero mientras estudiaba, considerándolo como una actividad laboral «sencilla y flexible» con la que podía vivir mientras se desarrollaba en «una carrera ‘seria’ en el área de la salud». Sus planes cambiaron una vez que quedó embarazada.
Ibett Nails constituye ahora un negocio sumamente exitoso y rentable, habiéndose ganado la fama de ser la manicurista más meticulosa en la realización de su trabajo, capaz de llevar a cabo los diseños más complejos gracias a años de esfuerzo desarrollando y perfeccionando sus técnicas.
Su marca se ha hecho tan notoria, por una parte, gracias a la importancia que se le concede hoy al nail art como pieza indispensable en un look.
Sánchez confesó haber quedado decepcionada de lo que aprendió una vez finalizado un curso de manicurista en el que matriculó, pues consideró que los conocimientos que les fueron impartidos eran demasiado básicos para poder trabajar y crear libremente, por lo que se nutrió de una amplia gama de vídeos-tutoriales en YouTube mientras amamantaba a su hijo.
Aseguró no darse cuenta de la evolución de su propio fenómeno, pues, al principio, su canal solo era seguido por sus familiares y amigos, y la comunidad de seguidores en Instagram pronto contaba ya con 250.000 usuarios.
Confesó no haber imaginado nunca que lograría construir tal autoridad en el mundo de las uñas, pero le encanta saber que con su trabajo puede ayudar a tanta mujeres y madres a sentirse mejor consigo mismas. Comentó también que hace ya un tiempo sintió la necesidad de dejar de prestar servicios como manicurista y dedicarse a impartir clases y a liderar la enorme marca que ha creado.
Sánchez es madre de Fabiana (12 años), quien nació en Cuba y emigró con sus padres cuando tenía 4 años, y Sebastián (5 años), nacido en Estados Unidos.
Su marca, de solo 3 años de edad, ya cuenta con una línea propia de productos como pinceles para aplicación, diseños, agregados, y toda la indumentaria necesaria para la ocupación, lo que se comercializa con facilidad por su gran demanda.
