La Piña, el mercado habanero donde los cubanos pueden comprar los pellejos y los huesos que no son utilizados por la fábrica de embutidos El Miño para las tiendas en MLC

Ines Sanz

La Piña, el mercado habanero donde los cubanos pueden comprar los pellejos y los huesos que no son utilizados por la fábrica de embutidos El Miño para las tiendas en MLC

La otrora más importante fábrica de chorizos de Cuba «El Miño», ahora Empresa Cárnica Tauro (de embutidos), se encuentra a unas 6 cuadras del mercado La Piña, en la capital cubana. Su relación de colaboración se basa en que en el mercado estatal en Pesos Cubanos (CUP) se venden los desechos (pellejos, costillas y huesos) que la industria descarta cuando ha asegurado toda la carne para su comercialización exclusiva en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).

Los elementos sobrantes que se venden en La Piña tienen gran demanda en medio de esta terrible crisis económica nacional, la que ha provocado una escasez de alimentos casi comparable a la del Período Especial de la década de 1990.

Mientras los subproductos desechados por la fábrica (que también elabora ahumados, picadillos y hamburguesas) terminan siendo la única opción cárnica para la alimentación de muchísimas de las familias residentes en la zona, la mayoría de las producciones de la entidad (subordinada al Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria) se destinan a instalaciones hoteleras y turísticas y a tiendas en MLC.

Un joven que aguardó desde la madrugada en la cola para comprar en La Piña explicó que en su casa había necesidad de adquirir grasa de cerdo con urgencia como sustitución para el aceite vegetal para cocinar que tanto escasea en el país. Terminó comprando 429 CUP en costillas y 355 en pellejos, lo que equivale a un tercio del salario mínimo mensual en la isla.

Aseguró que, aunque la situación resulte lamentable, los problemas con los alimentos y con la carne de cerdo en específico en el país alcanzan tal gravedad que los aledaños de la fábrica de embutidos se deben sentir privilegiados con poder comprar al menos eso.

Una representante del Gobierno municipal de Cerro custodiaba estrictamente la cola. La sanidad y el estado constructivo actual de La Piña, con los que se atiende a la población, también resultan lamentables.

La antigua industria El Miño fue inaugurada en el año 1925, bautizada por el río español, y fue la mejor de su tipo en la isla hasta que el Gobierno de Fidel Castro la confiscó y nacionalizó en 1962. Fue sometida a una reparación capital en 1986 y fue dotada de numerosas nuevas tecnologías.

Aunque la enorme chimenea construida en ese entonces constituye el símbolo de la fábrica, nunca se ha utilizado, por lo que los gases contaminantes de la producción se propagan indiscriminadamente por el barrio.

Vecinos de la industria han contado que el hedor se ha convertido en la señal inequívoca de que nueva materia prima ha llegado a El Miño y que pronto tanto La Piña como el mercado negro local tendrán nuevos surtidos.