Cuba y Rusia trabajan en la aceptación en la nación caribeña de la tarjeta Mir, un sistema de pagos que permite a los ciudadanos rusos abonar sus gastos y que reemplaza otras tarjetas occidentales como Visa o MasterCard.
Un reporte de la agencia cubana estatal Prensa Latina indico que la vicepresidente primera del Banco Central de Rusia, Olga Skorobogatova, confirmó a la Duma estatal, el Parlamento ruso, el avance de las negociaciones con La Habana.
La Mir es actualmente aceptada en países aliados o vecinos de Rusia como Turquía, Vietnam, Armenia, Uzbekistán, Belarús, Kazajastán, Kirguistán, Tayikistán, Osetia del Sur y Abjasia, y fue creada por las autoridades rusas en 2017 como una reacción a las limitaciones impuestas por tarjetas estadounidenses para las liquidaciones electrónicas. La Mir es operada por el estatal Sistema Nacional Ruso de Pagos con Tarjetas.
Según Prensa Latina el consejero de Turismo de Cuba en Moscú, Juan Carlos Escalona, aseguró que éste será un estímulo para el mercado ruso de visitantes a la nación caribeña, el que había comenzado a fluir tras la reapertura de los aeropuertos en noviembre pero que quedó congelado junto con la paralización aérea debido a la guerra con Ucrania.
Indicó que los visitantes de la nación euroasiática podrán pagar sus servicios en la isla con Mir a partir de que se reanuden los vuelos entre ambos países.
En las últimas semanas Cuba expresó su deseo de una salida política a la guerra pero se convirtió en un aliado de Moscú de frente a los intereses de Estados Unidos, que mantiene un férreo embargo financiero sobre la isla.
En 2021 Rusia se convirtió en el más importante emisor de turistas a Cuba con 146.155 viajeros superando el histórico récord de los canadienses (68.944) y a los propios cubanos residentes en el exterior (52.804), según cifras oficiales. El año cerró con 356.470 viajeros de todos los países, la peor cifra en décadas debido a la pandemia y lejos de los 4,2 millones logrados en 2019 antes que golpeara el COVID-19.
El turismo es el sector más dinámico de la economía cubana y la paralización por el virus demostró hasta qué punto la isla depende de él.