Fidel Castro, Raúl y Díaz-Canel forman parte de la cábala de los cubanos en la «bolita»

Julio César

Fidel Castro, Raúl y Díaz-Canel forman parte de la cabala de los cubanos en la "bolita"

Pese a que los juegos de azar están prohibidos en Cuba desde la década de 1960, la conocida «bolita» es el juego de lotería más popular de la isla. Ricardo, un holguinero que la ganó, aseguró que su victoria se debió a la suerte proporcionada por apostar al número 31, asociado a Raúl Castro.

Explicó que estuvo jugando al número 31 («el venado») desde el 3 hasta el 5 de junio porque Raúl Castro nació el 3 de junio de 1931 y le gusta cazar estos animales, y se dice que si a uno le gusta un número, «hay que jugarlo tres días seguidos», y el 5 le tocó el gordo. La gente se ha sentido inspirada a apostar por números relacionados con él en la fechas alrededor de su cumpleaños.

Ricardo aseguró haber venido apostando por números relacionados con el ex presidente cubano desde hace unos días; y, justamente, dejó de jugar el número 90 (la edad que el dirigente cumplió la semana pasada) cuando salió, el 31 de mayo.

Aunque el líder histórico cubano ya carga con 9 décadas de vida, el hombre no aparenta ni 75, y aun sin cargos oficiales (luego de ceder el puesto de Primer Secretario del Partido Comunista a Miguel Díaz-Canel en el mes de abril), continuará siendo la segunda personalidad más importante de la historia contemporánea del país, después de su fallecido hermano Fidel.

Juan contó que jugó tanto el 31 como el 42 («el pato»), y el último salió al mediodía. Alegó que la mayoría de la gente nada más jugó el 47, pero él fue a por los 3 números de esa cábula: «el pato (42), el pájaro (47) y la mariposa (2)».

Juan celebró en grande haber confiado en sus razonamientos sobre Castro, pues aseguró que jugó esa cábula porque siempre se ha rumorado que Raúl es homosexual (algo nunca evidenciando ni confirmado), por lo que ganó tanto por el pato como por el venado.

No obstante, Emilio realizó sus propias suposiciones y no tuvo suerte. Jugó al 90, al 51 («el guardia», por ser militar) y al 11 («gallo fino», por su gran afición a las peleas de gallos, algo que comparte con todos sus compañeros generales), y ninguno salió.

Lamentó que no ganó ninguno, aunque estuvo cerca: le «tiraron» el 50 en lugar del 51, no repitieron el 90 y el 11 «salió corrido el mismo día de su cumpleaños».

La «bolita» o charada cubana constituye un juego en el que se apuesta, en una lista del uno al 100, cierta cantidad de dinero para recibir 60 o 70 veces su valor en caso de acertar. Los números que rigen el juego son los premiados en las loterías de Venezuela y de Florida, y la posibilidad de ganar es del 1%.

El juego de azar ha sido común en la isla desde el siglo XIX, alcanzando auge en la época de gobiernos republicanos. Con el triunfo revolucionario fue prohibido y llevado al Código Penal bajo sanciones de hasta cuatro años de prisión, pero la clandestinidad ha sido la forma escogida para continuar la práctica desde entonces.

Las fuentes de inspiración para jugar o apostar son diversas y llevan el título de «cábulas», aunque en la región occidental de la isla son conocidas como «cábala». Abarcan desde la interpretación de los sueños, sucesos sorprendentes, adivinanzas que deben ser interpretadas, programas de televisión o las fechas significativas de determinados dirigentes.

El uno fue el número asignado al difunto Fidel Castro en referencia a su posición de poder como líder máximo del sistema político cubano y a que significa «caballo», aunque también se le asocia con el 45, que significa «presidente». Raúl está vinculado con el número dos debido a que fue el segundo al mando del país durante 50 años, y porque significa «mariposa», en relación a los rumores sobre su sexualidad, y el 11, por su afición por los gallos finos de peleas.

El mandatario Díaz-Canel ya recibió su número asociado: el tres, por suceder a los hermanos en el poder y porque significa «niño pequeño», alusión indirecta a su poca experiencia en tan alto cargo y a que aún no ha tomado decisiones propias como presidente.