Todavía son muy recordadas en Cuba las confituras La Estrella. Sobre todo se añoran sus chocolates y galletas, pero en su larga historia La Estrella también produjo pan, dulces en conservas y otros géneros diversos. En esta entrada te contamos un poco.
La Estrella se fundó en fecha tan lejana como el 21 de noviembre de 1881, bajo la razón social de Chaverri y Compañía S en C y estableció su primera fábrica en la calle San Miguel número 117 en La Habana.
En los primeros años se dedicó exclusivamente a la producción de pan, galletas y dulces; pero las exigencias del mercado la llevaron a ir diversificándose y en 1891 comenzó a manufacturar dulces en conserva. Menos de diez años después, en 1900, inauguró una gigantesca fábrica en el No. 62 de la calle Infanta y dio el salto a la producción de bombones, galletas finas y una amplia gama de confituras.
Fue tanto su éxito y aceptación entre los consumidores que en menos de veinte años había casi liquidado a su competencia y adquirido sus marcas. Todos estos negocios los unificó en una sola empresa bajo el nombre de Compañía Manufacturera Nacional SA a la que le construyó una gran fábrica en la Calzada de Buenos Aires. En 1930 vendería esta fábrica y se trasladaría para la planta de Cuba Biscuit en la misma Calzada de Buenos Aires, No. 35.
La Estrella llegó a contar con 1480 obreros, ocupando en la década de 1950 el lugar 16º entre las empresas no azucareras por número de trabajadores, y la número 1 de su ámbito, con capital que ascendió a 2.280.000 pesos y con un volumen de ventas de 4.000.000. Sus productos eran distribuidos a lo largo de la Isla por una flota propia de casi un centenar de camiones.
Con la maquinaria moderna que instaló en su última fábrica de Buenos Aries No. 35, la empresa aumentó considerablemente su producción, lo que le permitió seguir ampliando sus cuotas de mercado en la Isla e incluso exportar parte de los famosos bombones, caramelos y galleticas La Estrella, que fueron orgullo de Cuba.