El número de cubanos que están entrando a los Estados Unidos por la frontera sur pidiendo asilo político ha aumentado hasta el punto que ya supera cifras de otros éxodos masivos. Y tan solo durante el mes de marzo más de 32,000 cubanos entraron por este punto fronterizo.
La cifra supera el éxodo de Mariel en 1980, cuando entraron cerca de 125,000 cubanos, con la diferencia de que esta vez llegan por vía terrestre en su mayoría, y no por mar.
“Básicamente, el que se presenta en un puerto de entrada terrestre para pedir el asilo en este país, va a entrar en un proceso de deportación con remoción expedita, con oportunidad de pedir una entrevista de miedo creíble, y en el caso de aprobarla puede seguir su proceso de pedir asilo”, explicó el abogado Ángel Leal, experto en inmigración.
Aunque la mayoría de cubanos están entrando por la frontera, las cifras de balseros también han aumentado notablemente; algunos logran llegar y pedir asilo, mientras que otros son interceptados en altamar.
Se espera que próximamente el proceso de otorgar asilo político cambie y algunos oficiales de inmigración podrían otorgar este beneficio, sin necesidad de que el solicitante tenga que ir ante un juez de inmigración.
“ En el dado caso que el oficial de asilo llegara a determinar que la persona califica para asilo, ya sería aprobado como asilado o asilada. De no aprobarla sí hay proceso de corte, pero un proceso expedito, que debe tomar lugar en 90 días”, agregó el abogado Ángel Leal.
Por su parte, la abogada Claudia Cañizares, experta en inmigración, subrayó que “ van a eliminar el Título 42 a finales de mayo y, días después, van a implementar las nuevas regulaciones de asilo, por lo que hay que ver qué va a pasar a partir de esa fecha”.
Muchos de los cubanos que están entrando, según su estatus, tendrían derecho a recibir sellos de alimentos y ayuda en cash.
Sin importar las interminables filas, cubanos siguen llegando a oficinas públicas de Hialeah en busca de ayuda