«Se cayó del camión»… así se abastece un mercado negro en Cuba

Redacción

"Se cayó del camión"... así se abastece un mercado negro en Cuba

Ser camionero o trabajar en las plataformas de contenedores puede convertirse en un lucrativo negocio en Cuba. Bien lo sabe Esteban, quien lleva 20 años al timón en camiones de cargas pesadas en La Habana.

Nació en medio de las montañas del Escambray, pero desde hace 10 años que logró mudarse a la capital cubana gracias a lo «que se cae del camión» en la base de transporte de mercancías estatal para la que trabaja.

Lo que se «pierde» de las cargas que debe llevar en su camión a lo largo de la isla le han permitido amueblar su vivienda y hasta comprarse un viejo automóvil Dodge del año 56 que lo mantiene como una joyita. Pero él tiene claro que nada de eso sale de su salario.

Ser camionero o trabajar en las plataformas de contenedores puede convertirse en un lucrativo negocio en Cuba.

Con el ultimo ciclón terminó construyendo un gran garaje para su auto. Le faltaban las tejas de fibrocemento para el techo y cuando lo enviaron a transportar un carga con ellas desde Holguín a La Habana vio el cielo abierto, pues terminaron «cayéndose» cuatro de ellas del camión.

Es normal ver a cada rato en Cuba como en las barriadas donde se levantan casas nuevas o se reparan otras, a la luz del día, camiones de carga bajan tranquilamente grandes bolsas de cemento, arena, gravilla, bloques, lozas y otros materiales de la construcción. Todos vienen de «lo que se cae del camión».

En esta especie de robo al rico, lo mismo se puede desviar una caja de ron, que una de cerveza, cajas de lozas o algunas cajas de zapatos importados de China.

Aquí se «mojan» desde el que carga hasta el que transporta

Sin embargo, nos dice Esteban que los atracos de verdad se producen dentro de las propias bases de contenedores. Allí es más fácil sacar parte de la carga antes que viajen a otras provincias, lo que se ha convertido en algo bastante común entre el personal que labora en estos centros.

Esto, sin lugar a dudas, puede ser el primer eslabón a gran escala del mercado negro en Cuba. Pero también hace crecer la billetera de los jefes, aparentemente invisibles en esta ecuación pues no se manchan las manos rompiendo con una cizalla la cerradura del contenedor, aunque a sus manos van a parar el grueso de las ganancias por permitir que la mercancía «se caiga» del camión que tiene que transportarlas.

Un camionero como Esteban puede, y lo viene haciendo desde hace años, vender dos sacos de leche en polvo que vender tres cajas llenas de zapatos y chancletas de las mismas que se ven luego en las mesas de cuentapropistas en cualquier rincón de la isla.

"Se cayó del camión"... así se abastece un mercado negro en Cuba
En las base de carga es donde está el verdadero negocio

Sin embargo, los robos más grandes, los que dejan miles de pesos en los bolsillos, siempre están amparados por la corrupción a escalas más altas, protegidos por la supuesta impunidad que da un puesto cotizado dentro de la dirigencia criolla.

De lo que sea cae del camión comen muchas personas, desde el siempre chófer y el operario de la base de carga, hasta el que monta un timbiriche para terminar vendiendo esa mercancía perdida en el camino a su destino.

Las pérdidas millonarias se realizan bajo el paraguas de ministerios y empresas mixtas. Lo saben las autoridades. Pero resulta más fácil abrirle un expediente delictivo al trabajador de un almacén o a la cajera de una tienda por divisas que a un funcionario con galones.