La alta demanda en los trayectos entre La Habana y Managua ha conllevado a que los precios de los vuelos se disparen.
«La gente está como loca buscando los pasajes. Se hacen colas kilométricas frente a las agencias esperando a ver si hay algún boleto. Están dispuestos a pagar lo que sea», dice Carlos, un joven cubano que lleva varias días frente a la Embajada de Panamá en La Habana, luego de la imposición de la visa de tránsito a esa nación.
Pasajes para la ruta La Habana a Managua en aerolíneas que cubren esos destinos (incluidos con escala) están agotados para numerosos días y, los que estaban aún disponibles, tienen precios que oscilan entre los US$3.000 y US$4.000.
«Yo salí desde Pinar del Río y me fui por carretera hasta Holguín porque fue donde conseguí el vuelo a Managua, con escala en República Dominicana. Es cazar los vuelos a ver por dónde te puedes ir», cuenta Luisa, una cubana que llegó a EE.UU. en enero pasado.
Tanto Luisa como Carlos aseguran que, además de los boletos de avión, luego tienen que pagar altas sumas a coyotes que los trasladan, muchas veces en caravanas de carros hasta la frontera.
«Cuando llegas a Nicaragua te están esperando y de ahí te llevan rumbo a Honduras. Cuesta como promedio unos US$10.000 en total porque no es solo el pasaje carísimo, sino que es dándole dinero a los coyotes por cada país que pasas y dándole dinero a los policías si te paran para que no te lleven preso y te deporten», relata Carlos.
Dada la escases de vuelos directos entre Cuba y Nicaragua, muchos han tenido que recurrir a viajes por terceros países, ya sea en el Caribe o Centroamérica.
«Yo pasé por cinco países, monté aviones, rastras, botes, buses, camiones llenos de mierda de vaca… Crucé la selva, subí lomas que pensé que moría. Salí de Cuba el 22 de diciembre y llegué finalmente a la frontera el 10 de enero de este año», narra Luisa.
La situación ha generado que varias naciones del área comiencen a imponer restricciones para el paso de cubanos por sus aeropuertos.
Colombia anunció el mes pasado que requeriría una visa de tránsito para cubanos que quisieran hacer escala en su territorio y más recientemente, Panamá y Costa Rica también pusieron en práctica una regulación similar.
El anuncio de estos últimos generó una protesta multitudinaria frente a las embajadas de estos país en La Habana, principalmente entre personas que ya habían comprado sus vuelos con escalas en Bogotá o San José.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la semana pasada que visitaría Cuba en mayo próximo para abordar, entre otros asuntos, el tema migratorio.
Pueden verse en los supermercados de Managua comprando con dólares estadounidenses comidas enlatadas y productos no perecederos y de aseo para un largo viaje hacia Estados Unidos.
Yúnior González es uno de los que va a emprender ese viaje dentro de pocos días. Médico radiólogo, aterrizó en Managua en enero y su viaje se ha atrasado porque espera a otros familiares que no han podido salir de Cuba porque no han encontrado vuelo o porque los boletos están muy caros.
«Por la amplia demanda los boletos están en US$3.000 y hasta US$5.000 si es que logras encontrar en la ruta La Habana-Managua», dijo González, quien permanece en la casa de un primo aguardando el momento en el que le toque partir hacia Estados Unidos, país donde él piensa que tendrá muchas oportunidades laborales.
González deberá pagar $6.000 que un familiar le enviará desde Estados Unidos vía remesas. «Se pagará en cada país que vaya pasando, la totalidad son seis mil», especificó.
Los cubanos tienen dos líneas áreas disponibles para viajar hacia Managua. Una de ellas aterriza a las 9:00 de la noche. A esa hora, según pudimos comprobar en las afueras del Aeropuerto Augusto C. Sandino, vehículos doble tracción y microbuses esperan a los pasajeros cubanos que bajan de los aviones y rápidamente emprenden el viaje hacia el norte. Otros se quedan a esperar a otro grupo.