La familia Castro ha tenido el poder en Cuba desde la revolución de 1959. Fidel (fallecido en 2016), como máximo líder, y Raúl (actualmente de 89 años), como su fiel hermano, han sido las dos figuras principales; pero con la anunciada retirada del último en el Congreso del Partido Comunista de Cuba (máxima autoridad en el país), que se realizará entre el 16 y 19 de abril, el gobernante ya no tendrá el apellido Castro luego de 62 años.
Se espera que quien tome el cargo de primer secretario del PCC sea el actual presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien en los últimos años se ha convertido en un delfín que continúa con la línea de Raúl: mantener la retórica y a la vez buscar reformas obligadas por la crisis económica de la que no logra salir la isla.
Sin embargo, durante mucho tiempo se ha hablado de qué pasó con la descendencia de los Castro, debido a que varios inicialmente fueron parte del partido, pero con el paso del tiempo casi ninguno se convirtió en una figura del sistema de la isla.
Quizá se pueda empezar con Fidelito (Fidel Castro Díaz-Balart), hijo del primer matrimonio de Fidel con la hija de una familia de la clase alta de La Habana que se divorció de él antes de la revolución.
El primogénito del líder de la revolución llegaría a liderar la Comisión de Energía Atómica de Cuba hasta que fue destituido a inicios de los 90 por ineficiente, según su padre; pero también hay voces como la de su hermana Alina Fernández, otra hija de Fidel, crítica con el régimen y que vive en el exterior, quien dijo que fue por estar involucrado en la desaparición de seis millones de dólares.
Su objetivo era construir con tecnología y apoyo soviético la primera central nuclear del país, en Juragua (Cienfuegos), pero la caída de la Unión Soviética dejó en nada el proyecto.
Fidelito se suicidó en 2018 durante una grave depresión. En ese momento era asesor científico del Consejo de Estado y vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba. Murió quince meses después que su padre.
En el caso de Alina, fue hija de Fidel con una defensora de la revolución. “No puedo quererlo; hay mucha gente maltratada por él. Y además, el cariño es hábito y yo apenas lo traté”, dijo Alina luego de exiliarse en EE. UU.
Del segundo matrimonio de Fidel, con Dalia Soto del Valle, nacieron cinco hijos: ninguno figuró en la política o el partido. Solo uno, el médico Antonio Castro Soto del Valle, se hizo conocido por su apoyo a los deportes, al golf —algo que no le gustó a su padre, porque lo veía como algo burgués e incluso cerró por varias décadas los pocos campos que había— y al béisbol, llegando a ser vicepresidente de la Federación Internacional de ese deporte, cuenta El País. Otros medios anticastristas decían que gusta de la vida acomodada y que era el predilecto de su padre.
En tanto, del lado de Raúl Castro se ha visto a más hijos cerca de su padre y sus funciones.
De ellos, el más visible es Alejandro Castro Espín (55 años), su único hijo varón, quien es coronel del Ministerio del Interior. Según una publicación de BBC, cuando se retiró su padre de la Presidencia (2018) se comenzó a hablar de él como el único Castro de segunda generación que podría aspirar al poder, pues su importancia ha ido creciendo en temas de seguridad y relaciones exteriores, según medios del exilio cubano en Miami.
Esto se pudo ver cuando en la visita del entonces presidente Barack Obama (marzo de 2016) él siempre apareció junto a su padre en los encuentros. En lo personal, solo se sabe que perdió la visión de su ojo izquierdo mientras estaba de misión en Angola.
Su hermana mayor, Mariela Castro Espín, también es una figura pública. Es una sexóloga de 58 años que es diputada y directora del Centro Nacional de Educación Sexual. Ha incrementado su imagen en los últimos años al mostrarse a favor de visibilizar a la comunidad LGBTI. Ella ha dicho que no le interesa llegar a dirigir el país.
Los nietos
En el caso de la tercera generación, quien más destaca es un nieto de Raúl Castro: Raúl Guillermo Rodríguez Castro, quien funge como principal guardaespaldas de su abuelo.
Raúl Guillermo es hijo de la hija mayor de Raúl, Déborah. Siempre se lo ve en las fotos junto a su abuelo, incluyendo cuando visita otros países.
Mientras, en las últimas semanas uno de los nietos de Fidel, Sandro Castro Arteaga, fue objeto de críticas por mostrarse manejando un auto Mercedes Benz a 140 km/h en un video que se volvió viral, en el que además decía que ellos eran “sencillos”, pero que de vez en cuando sacaban estos “juguetes” que tienen en casa.
Castro Arteaga luego dijo que el auto era de un conocido y pidió disculpas si ofendía a alguien. Confirmó sus respuestas a CNN.
La polémica se armó por mostrar una vida de niño rico mientras la isla pasa por una crisis económica agravada por la pandemia de coronavirus, que ha cortado una de sus principales fuentes de ingreso: el turismo. Esto sin contar las faltas de libertades denunciadas por organizaciones de derechos humanos.
En 2019, un primo de Castro Arteaga, Tony Castro —hijo de Antonio—, también había causado polémica por publicar fotos de viajes y lujos en Instagram.