La marina Hemingway, conocida también como “Cayo Timbilla”, es la línea divisoria de los repartos Jaimanitas y Santa Fé en la ciudad capitalina de Cuba. Este territorio en su estado natural servía de refugio a los patos que migraban de la Florida durante el invierno, así como para las yaguazas residentes, lo que convirtía a la zona en un Coto de Caza.
El 12 de enero de 1955 en el Decreto Presidencial No.49 firmado por el presidente Fulgencio Batista se autorizó a la Compañía Playas del Golfo S.A a “llevar a cabo obras de construcción, desecación y rellenos para ganar al mar terrenos bajos y manglares en la finca de su propiedad (“Finca Jaimanitas” o “Tejar Grande”) y en la zona marítima-terrestre colindante a dichos terrenos”. Así, en el mes de enero del año 1956, la Financiera Nacional de Cuba concede un préstamo de 4 millones de pesos a pagar en 15 años, y con un interés anual del 6,5% y una comisión del 1,5%, para la construcción del proyecto: Reparto Residencial Barlovento, actual Marina Hemingway.
La urbanización del Residencial Barlovento contaría, entonces, con 4 Grupos:
Grupo A
Zona Residencial: Aproximadamente 340 000 varas cuadradas con frente a calles y canales, destinados a residencias con acceso a las casas construidas en estos terrenos.
Grupo B
Zona de Grandes Construcciones: Alrededor de 180 000 varas cuadradas que se destinarían a hoteles, clubes, moteles y otros establecimientos recreativos.
Grupo C
Zona Comercial terrestre: Aproximadamente 24 000 varas cuadradas con frente a la 5ta Avenida.
Grupo D
Zona Comercial Marítima: Alrededor de 54 000 varas cuadradas en la Isla.
El residencial Barlovento quedó entonces conformado por 5 dedos de tierra y una isla al final del área de terreno que limita al mar, seccionados en fincas y divididos en más de 700 parcelas con 4 canales de 30.00 m de ancho y entre 6 y 4,5 m de profundidad.
La comercialización del Residencial Barlovento, una vez dividido funcionalmente en los cuatro grupos mencionados, comenzó la venta de parcelas o lotes de estas, llegando a construirse un pequeño grupo de casas, y la estructura del edificio principal del hotel planificado en el terreno que hoy ocupa el Hotel El Viejo y El Mar, que fuera el Gran Hotel Montecarlo.
Con esta construcción se comenzaba la edificación del grupo de parcelas destinada a grandes edificios en los terrenos colindantes con el mar, para lo cual, el muro delimitador interior hacia el Canal No.1 quedó sin construir, y así, asimilar una serie de atracaderos vinculados a dichos edificios.
En mayo de 1958 La Compañía Hotelera del Oeste destina $ 1 500 00.00 para la compra de varios lotes de terreno en el Residencial Barlovento con el objetivo de construir un hotel de 656 habitaciones que contaría con un embarcadero para yates y campo de golf. El hotel se nombraría Montecarlo de la Habana, y en su financiamiento actuarían personalidades artísticas y empresarios de Estados Unidos, incluyendo estudios de televisión en las instalaciones ya construidas del actual Hotel El Viejo y El Mar (bloque habitacional).
El 27 de enero de 1959 la Financiera Nacional de Cuba, que ya había pasado al gobierno revolucionario y acusa a la Compañía Playas del Golfo S.A. por incumplimiento de los pagos de los intereses del préstamo nombrándose un Delegado Interventor, aunque ya esta compañía había sido intervenida por los Ministerios de Obras Públicas y Recuperación de Bienes Malversados.
El 16 de febrero de 1959 la Financiera Nacional de Cuba sustituye al Interventor que también pasa a representar los intereses del Ministerio de Bienes Malversados. El 7 de julio de 1959 se confiscó a favor del estado cubano la Compañía Playas del Golfo S.A. y en el mes de diciembre del propio año el residencial Barlovento pasa a la administración Nacional de Playas Populares y Atracciones Turísticas del INIT (Instituto Nacional de la Industria Turística), nombrándose en marzo de 1960 a Salvador Roíz Fonseca Delegado del INIT en el reparto residencial Barlovento.